Un triunfo del Barça para soñar

En una situación límite, con ventaja del Lokomotiv en la eliminatoria y un segundo encuentro en el que no había margen para el error, el Barça emergió en Krasnodar con su versión más solvente e hizo suyo un triunfo asombroso por la contundencia y las formas (66-92).

Pasó por encima el equipo azulgrana del Lokomotiv, uno de los equipos más sólidos de la Euroliga en su cancha, y lo empequeñeció durante muchos minutos llevando las diferencias hasta límites sonrojantes de 30 puntos (38-68). Al margen del efecto psicológico que supone, el Barça recuperó el factor cancha, que favorecía a los rusos, y se ganó con todo merecimiento el derecho a decidir a partir del martes en el Palau, que vivirá los dos próximos capítulos de la serie con el 1-1 actual.

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Una defensa casi perfecta que desconectó al Lokomotiv, una inspiración asombrosa desde la línea del triple (16 de 26, con un 61% de acierto) y una determinación que se echó de menos en el primer encuentro fueron las claves para explicar el cambio de imagen sufrido por el Barça y las razones del espectacular triunfo, que cambia por completo el horizonte de la eliminatoria.

La poderosa metamorfosis del equipo de Pascual llegó a nivel colectivo, justo cuando parecía más vulnerable por la ausencia de Joe Dorsey por un esguince. Emergió la defensa del Barça, que dominó el rebote y pudo correr para sumar hasta 21 puntos al contrataque en la primera mitad. Fueron muchos los jugadores que, en esa situación de necesidad, dieron un paso adelante, empezando por Juan Carlos Navarro que, en su partido 300 en la Euroliga (el primero en llegar a esa cifra) dejó una actuación brillante.

LÍDER NAVARRO

Empezó desacertado el escolta de Sant Feliu, pero después asumió la responsabilidad con esa sangre fría que le caracteriza, generó juego y asumió tiros que abrieron las primera diferencias. Y ya en el último cuarto, cuando el Lokomotiv rebajó los márgenes de forma peligrosa (61-74, m. 35), apareció con dos triples claves para cortar la reacción y despejar, de forma definitiva, el camino hacia el triunfo.

No fue solo el juego de Navarro el que transformó la imagen colectiva. El Barça dio un paso adelante respecto al primer encuentro en muchos aspectos y eso fue lo que le permitió irse con 17 puntos de ventaja al descanso (31-48). Perperoglou apareció en los dos lados del campo y asumió durante muchos minutos el marcaje de Randolph (17 puntos), la única referencia ofensiva del cuadro de Bartzokas. Satoransky ejerció de lídr durante muchos minutos y se complementó. Abrines y Ribas sumaron cada vez que saltaron a la pista. Y Tomic, por un día, fue el Tomic con confianza que apareció en la primera fase de la temporada y con sus 12 puntos y 10 rebotes se convirtió en un factor importante en la zona, igual que Samuels, en una primera parte con mucha presencia.

El temor que existía por la ausencia de Dorsey acabó diluyéndose porque todos los jugadores de Pascual actuaron con la agresividad y la concentración que muchas veces les ha faltado como visitantes. No fue el caso en Krasnodar. Y el premio para el Barça será el disponer de la oportunidad de sellar el pasaporte para la 'final four' en el Palau.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Lokomotiv, 66 - FC Barcelona, 92","text":"FC Barcelona:\u00a0Satoransky (13), Navarro (18); Perperoglou (13), Doellman (12), Tomic (12) -cinco inicial- Ribas (6), Abrines (8), Vezenkov (-), Samuels (4), Oleson (4), Arroyo (2). 16 de 26 triples (Navarro, 4). 34 rebotes, 5 of. (Tomic, 10). 27 asis (Satoransky, 10).Parciales: 19-24; 12-24; 18-23; 17-21\u00a0"}}