Tragedia en la calle del Canigó

Albiol niega la reentrada a quienes 'okupaban' pisos en los bloques desalojados tras el derrumbe mortal de Badalona

"El Ayuntamiento no entregará las llaves de sus pisos a quien no sea su propietario o su inquilino legalmente demostrado", declaró el alcalde en el Pleno municipal del martes 2 de abril

Más de 300 viviendas de la promoción del derrumbe mortal de Badalona han sido ya apuntaladas para "asegurar la integridad de los vecinos"

El alcalde Albiol, tras una comparecencia ante la prensa en la puerta del edificio derrumbado de la calle Canigó

El alcalde Albiol, tras una comparecencia ante la prensa en la puerta del edificio derrumbado de la calle Canigó / ELISENDA PONS

Gerardo Santos

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El retorno de las cinco fincas desalojadas en las calles Canigó y Ausiàs Marc tras el derrumbe mortal del 6 de febrero apenas ha comenzado, pero el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, ya ha dejado claro que "el Ayuntamiento no entregará las llaves de sus pisos a quien no sea su propietario o su inquilino legalmente demostrado".

Según Albiol, tras las aproximadamente tres semanas que duraron las inspecciones a las 420 viviendas afectadas, el consistorio ha podido comprobar como "algunos pisos, sobre todo en la calle Ausiàs Marc, estaban ocupados". En concreto, según informa el Ayuntamiento, se trata de dos viviendas situadas en la mencionada vía.

Las declaraciones del alcalde Albiol se enmarcan en el Pleno municipal llevado a cabo este martes, en el que se aprobó una modificación del presupuesto municipal de casi 25.000 euros para costear el mobiliario de los pisos en los que están realojados los vecinos del edificio derrumbado, el número 9.

Esta partida se une al medio millón de euros que el consistorio asegura haber invertido en la inspección, apuntalamiento y gestión de alternativas habitacionales durante toda la 'crisis Canigó', provocada por el derrumbe del que el próximo sábado se cumplirán dos meses.

Actualmente, siguen desalojados los vecinos de cuatro de las 22 fincas que forman la denominada 'manzana Canigó'. Si bien los vecinos del número 5 pudieron regresar a sus viviendas tras haberse instalado puntales aéreos de madera, los del número 7 no tuvieron la misma suerte: la aparición de una grieta vertical en la fachada trasera impidió su vuelta a casa, hasta que no se lleven a cabo las obras de reforma necesarias.

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