La triple hipótesis del derrumbe mortal de Badalona un mes después de la tragedia

Los vecinos afectados por el derrumbe del número 9 de la calle Canigó de Badalona se manifestaron el pasado lunes ante las puertas del Ayuntamiento de Badalona, mientras tenía lugar el pleno ordinario del mes de marzo.

La primera de las peticiones que trasladaron a los representantes municipales, megáfono en mano, fue la necesidad de disponer de información sobre los motivos del derrumbe. Algo que, de saberse, ofrecería también respuestas sobre cuál es la situación tanto de las otras fincas evacuadas como de las demás que conforman la 'manzana Canigó': "Queremos respuestas; sentimos miedo, desesperación y desamparo", resumían los manifestantes, que evidenciaban la necesidad vecinal de conocer la causa del derrumbe.

Un mes después de que el hundimiento de un edificio de Badalona se saldara con tres víctimas mortales, el escenario en torno a las causas de la tragedia arroja tres explicaciones, que por sí solas no deberían acarrear peligro de derrumbe, y que solo supondrían un riesgo para la estructura si de dan de manera simultanea. Pese a que las pesquisas judiciales siguen en marcha y todavía no se ha comunicado una causa oficial, las declaraciones del Ayuntamiento de Badalona y del alcalde Xavier García Albiol (PP), con confirmación a EL PERIÓDICO a cargo de fuentes policiales conocedora de los hechos, permite esbozar la siguiente triple hipótesis que explica los hechos.

La falta de calidad de los materiales de construcción

El primer escenario de la triple hipótesis lo adujo veinticuatro horas después del colapso del número 9 de la C/Canigó el alcalde Xavier Garcia Albiol (PP), quien, preguntado acerca de unas posibles obras menores en el ático, apuntó a la "falta de calidad de los materiales del techo de la última planta" como posible causa de la tragedia. Además, ya en sus primeros reportes, el cuerpo de Bombers hablaba de un colapso del forjado de la cubierta como elemento catalizador del desmoronamiento parcial de todas las plantas.

A renglón seguido, el edil popular ponía sobre la mesa su preocupación por si otros edificios que pertenecen a la misma promoción se pudieran encontrar en la misma situación. "Lo estudiaremos, pero no quiero alarmar a nadie". En efecto, tras descubrirse grietas en el número 7, una semana después, el foco de preocupación se amplió a las 22 fincas de la misma promoción que la del bloque derrumbado. El motivo, que se levantaron a la vez (entre 1959 y 1964) por el mismo constructor y con el mismo modo de fabricación: el de los techos con base cerámica.

De hecho, cuando el consistorio anunció la contratación de la empresa Seguí Arquitectura para realizar las inspecciones a las 440 viviendas, subrayó que se trataba de "una empresa especializada en las construcciones con base cerámica, que es el punto común de todas las fincas afectadas". Cabe tener en cuenta los desalojos del 116 y del 118 de la calle Ausiàs Marc, en una vía diferente a donde se produjo el derrumbe y que no pudieron sufrir de ninguna manera en su estructura la presión del desmoronamiento del 6 de febrero.

Este sistema de construcción, en desuso desde la década de los 60 del siglo pasado, contiene cantidades mínimas de hierro, algo contrario a la norma actual. Además, tal sistema no muestra indicios en caso de colapso, de manera que es preciso revisar exhaustivamente su estado para asegurar las estructuras. Algo que no ocurre en la Inspección Técnica de Edificios (ITE), que el bloque pasó semanas antes del derrumbe, ya que únicamente se trata de una revisión visual que no realiza catas en los forjados de las cubiertas. Ahora bien, esta posible causa en ningún caso podría explicar por sí sola el derrumbe de la calle Canigó.

El sobrepreso de las cubiertas

El segundo escenario que baraja la investigación del derrumbe en Badalona está vinculado con una de las primeras peticiones que la empresa encargada de las revisiones realizó al Ayuntamiento: una inspección aérea de las cubiertas de todas las fincas afectadas. Así, el 21 de febrero, el dron de la Guàrdia Urbana de Badalona tomó imágenes de las terrazas para verificar cuales de ellas presentaban sobrepesos que pudiesen suponer un peligro para la estabilidad de los bloques.

Preguntado por este diario sobre cuántas cubiertas se detectaron con sobrepeso, el tercer teniente de Alcaldía, Daniel Gracia (PP), responde que "bastantes". Entre otros elementos, se vieron grandes tiestos o construcciones que hacen las veces de habitaciones, explicita el concejal.

Se trata de ejemplos que ya habían sido mencionados por el alcalde Albiol en una comparecencia ante los medios de comunicación el pasado viernes 1 de marzo, horas después de realizarse el último de los desalojos, el quinto contando la evacuación forzosa del bloque siniestrado: "Si en una terraza se ha construido una habitación y puede provocar que se hunda un edificio, pues esa habitacion se tendrá que eliminar les guste o no les guste a los vecinos".

En todo caso, esas obras de readecuación a la norma se llevarán a cabo una vez terminen las inspecciones, se realicen las diagnosis que describan el estado de cada finca, y se pase a la siguiente pantalla, la de la propuesta de refuerzo de las estructuras comprometidas: "Estas cuestiones se verán en los proyectos de rehabilitación, que cada edificio tendrá el suyo", declara Gracia.

Desaparición de paredes maestras

Se presume difícil creer que en los más de sesenta años de vida que tiene la promoción de 22 fincas afectadas no se hayan realizado obras menores tanto en el interior de los pisos como en las cubiertas.

De hecho, las revisiones que se llevan a cabo desde hace unas dos semanas se están fijando particularmente en esa circunstancia. A fecha 5 de marzo ya se habían llevado a cabo el 55% de las inspecciones a las 440 viviendas: "Por ahora nos hemos encontrado situaciones de todo tipo", explica el tercer teniente de Alcaldía, Daniel Gracia (PP), "como tabiques que han desaparecido", prosigue.

En la misma línea informaba el alcalde Albiol, sin ir más lejos, el pasado viernes: "Somos muy conscientes de que hay muchas viviendas que han movido paredes, o que han suprimido paredes maestras".

"Nosotros no iremos a sancionar a nadie. Lo que sí que haremos, y seremos muy serios con eso, es realizar las medidas que se tengan que llevar a cabo, ya sea la construcción de nuevas paredes o eliminar habitaciones de los áticos que se han construido de manera ilegal, en eso sí que seremos muy vigilantes porque se trata de una cuestión de seguridad para los vecinos", resumía Albiol. "Estamos para ayudar, no para empezar a perseguir obras sin permisos para poner multas", concluyó el alcalde.

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