Badalona y Agbar firman un convenio para reaprovechar el agua de la fuga de Canyet mientras no se arregle definitivamente

El Ayuntamiento de Badalona y Aigües de Barcelona (Agbar) han firmado un convenio para reaprovechar el máximo caudal posible de los 180.000 litros que se brotan diariamente por la fuga de Canyet, a la espera de que se lleve a cabo el desdoblamiento de la gran tubería, anunciado por el ente de abastecimiento de Agua Ter-Llobregat (ATL) hace dos semanas.

"El Ayuntamiento de Badalona ha considerado necesario contar con la colaboración de Aigües de Barcelona, para analizar, valorar e implantar con carácter urgente soluciones técnicas provisionales para aprovechar el agua del escape", se lee en el convenio, publicado este martes 20, y firmado por el alcalde, Xavier Garcia Albiol, el 8 de febrero.

Aunque en octubre de 2023 el propio Albiol anunció la instalación de una canalización que debería llevar "el 90%" del agua hacia el depósito de Montigalà para destinarla al riego municipal, el director de ATL explicaba durante la presentación de las obras de desdoblamiento de la tubería que el depósito de Montigalà no tiene la suficiente capacidad para soportar toda el agua que le llega. En todo caso, el agua que se reaproveche a raíz de la firma del citado convenio también se destinaría al riego de zonas verdes y limpieza de calles, "liberando de este modo recursos de agua potable, y contribuyendo por lo tanto a la reservación de recursos indispensables para el abastecimiento".

Como el agua que discurre por la riera de Canyet no proviene solo de las fugas de la tubería ―en esta zona de la Serralada de Marina existen diversas minas de agua subterráneas―, el convenio advierte que no es objeto del mismo "el reaprovechamiento del agua que discurre por la riera y que por causas naturales pueda provenir de otros orígenes". Una de las maneras más precisas de dirimir si el agua proviene de fuentes naturales o del sistema es la presencia o no de cloro. Si lo hay, quiere decir que el agua está tratada y si no, que proviene de fuentes naturales, apuntan fuentes de ATL a este medio.

El convenio señala el encargo de Agbar de "estudiar y emprender las medidas que sean necesarias para aprovechar los recursos hídricos existentes, con tal de asegurar la disponibilidad del recurso, como garantía del servicio de abastecimiento de agua potable que presta, en la alarmante situación de estrés hídrico".

También quedan delimitadas las acciones que cada una de las dos instituciones se compromete a llevar a cabo. Por un lado, el Ayuntamiento de Badalona, se compromete a "facilitar toda la información correspondiente a la situación actual de la fuga y las conducciones actuales para su reaprovechamiento", a "acompañar y asesorar en las diferentes visitas de campo", a "decidir las actuaciones a ejecutar entre las soluciones técnicas presentadas por Aigües de Barcelona", y a "supervisar las actuaciones realizadas por Agbar".

Por su parte, Agbar "por si misma o a través de su filial SCO", tendrá que "estudiar la información facilitada por el Ayuntamiento de Badalona sobre la situación de la fuga", a "realizar las correspondientes visitas de campo", a "realizar un estudio de alternativas de actuaciones que se puedan ejecutar con carácter de urgencia para el aprovechamiento del agua", a "proponer al Ayuntamiento de Badalona las soluciones técnicas a ejecutar", a "ejecutar las soluciones técnicas que haya que emprender de manera urgente que haya decidido el consistorio".

El convenio tiene una vigencia de un año, prorrogable por períodos sucesivos también de un año, hasta un máximo de tres. De esta manera, y si todos los plazos se cumplen, el convenio se podría anular una vez haya finalizado el desdoblamiento de la gran tubería, y las fugas de Canyet, y de Les Oliveres, en Santa Coloma de Gramenet, sean ya historia.

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