Decreto de sequía

¿Por qué una fuga en Badalona sigue perdiendo miles de litros de agua al día en plena sequía?

La Agència Catalana de l'Aigua advierte que hasta 2025 no se solucionará el problema

Los perros de José Antonio, un vecino de Badalona, aprovechan desde hace años el agua que brota de la fuga de Canyet para refrescarse

Los perros de José Antonio, un vecino de Badalona, aprovechan desde hace años el agua que brota de la fuga de Canyet para refrescarse / ZOWY VOETEN

4
Se lee en minutos
Gerardo Santos
Gerardo Santos

Escribe desde Badalona, Santa Coloma, Mataró, Martorell, Esplugues y Vilanova i la Geltrú

ver +

La fuga en la riera de Canyet, en Badalona, provoca desde hace años la indignación de los vecinos. Más aún, en un contexto de sequía, con restricciones al consumo de agua, y con el dato sobre la mesa que en Catalunya se pierde una cuarta parte del agua potable por culpa de las fugas en la red de distribución.

Con esta situación, la cumbre sobre la sequía celebrada el viernes 31 de marzo acabó sin el acuerdo de los partidos. El motivo principal, la negativa de los ayuntamientos a afrontar sanciones.

Noticias relacionadas

Desde el consistorio badalonés se muestran sorprendidos de que la Generalitat pretenda imponer multas a los gobiernos municipales "cuando la fuga de Canyet pierde miles de litros desde hace 18 años y la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) aún no lo ha reparado", han trasladado fuentes municipales a este diario.

A continuación, cuatro claves para entender de qué volumen de agua se trata, por qué no se ha arreglado todavía, cómo se intenta reaprovechar el agua que brota de la fuga y qué respuestas ofrecen las administraciones implicadas en el problema.

La riera de Canyet de Badalona, donde desde hace años se ha localizado una fuga de agua potable

/ ZOWY VOETEN

La riera de Canyet pierde 180.000 litros de agua al día

La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) eleva la cifra del agua desperdiciada en 2022 hasta los 134.300 millones de litros. Por la fuga de Canyet pasan cada día 180.000 litros al día, unos 65.700.000 de litros al año. La fuga se descubrió en 2005, por lo que se calcula que en los últimos 18 años, más de mil millones de litros han dejado de abastecer la red de suministro de agua. La parte dañada del acueducto [la tubería es tan grande que por ella cabría un automóvil] se encuentra a la altura de la Torre Codina, se construyó en los años sesenta y traslada el agua desde la potabilizadora del Ter, en Cardedeu, hasta la estación distribuidora de la Trinitat, ya en la ciudad de Barcelona. Así, conforma una de las arterias de distribución más importantes de agua de la metrópolis.

Se espera que la fuga esté totalmente arreglada en 2025

La ACA justifica que no se haya arreglado hasta ahora por diferentes motivos. Primero, para reparar la parte dañada es obligatorio cortar el servicio, lo que dejaría a millones de personas sin agua durante varios días. Por ello, es necesario desdoblar el tramo del acueducto: "El retraso se ha debido a la crisis económica y a la externalización del servicio, que ha retrasado la ejecución de diversas inversiones", apuntan fuentes del ACA. Las mismas fuentes recuerdan que Aigua Ter-Llobregat (ATL) —empresa pública bajo el paraguas de la Agència Catalana de l'Aigua, dependiente a su vez de la Generalitat—, tenía una deuda, en el año 2010, de 1.000 millones de euros.

No todo el agua se desperdicia

Desde el año 2008, dos canalizaciones, una subterránea y otra al descubierto, reaprovechan parte del agua de la fuga. Una parte acaba en los diversos huertos que hay por la zona. De hecho, gracias a la denuncia de la Asociación de Vecinos del barrio de Canyet, se empezaron a implementar soluciones. El presidente de la entidad vecinal, Pepe Sánchez, recuerda que en agosto de 2008 se detectaron hasta 11 puntos de fuga en la canalización. El barrio de Canyet es una zona de montaña, apartada del centro de Badalona, y mucha de la gente que ahí reside alimenta sus pequeños cultivos con el agua de la riera. Otra parte del agua que se pierde por la fuga se utiliza para usos municipales, sobre todo de limpieza, albergada en un depósito en Montigalà con capacidad para unos 200.000 litros.

Reproches cruzados entre el ACA y el Ayuntamiento

La ACA explica que el convenio firmado en el año 2008 con el Ayuntamiento buscaba minimizar la cantidad de agua que iba a parar al mar sin aprovecharse de ninguna manera. Así, la firma del convenio comportaba una inversión de 400.000 euros para la construcción de la canalización desde la riera hasta el depósito de Montigalà. Su construcción costó finalmente más de 550.000 euros. Sin embargo, la ACA indica que una de las bombas de agua necesarias para trasportar el agua "tiene un problema que hace que parte del agua salga por la canalización a cielo abierto". La ACA y ATLL aseguran que han puesto en conocimiento del consistorio el problema con la bomba "y se ha instado al Ayuntamiento a que lo repare". El Ayuntamiento, por su parte, sostiene que la bomba funciona correctamente. Añaden también que desde la concejalía de Medio Ambiente se está proyectando la construcción de un segundo depósito, más cercano al punto de la fuga que el de Montigalà, que ayudaría a reaprovechar más agua.