al grano // Jesús Garay, Director y guionista de cine y televisión

Jesús Garay: «Si sigo dirigiendo películas es por voluntarismo y tozudez»

Jesús Garay.

Jesús Garay.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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Dice el crítico y escritor Quim Casas que las películas de Jesús Garay recobran formas expresionistas, casi caligarescas por sus oscuras tonalidades y por unos personajes condicionados por los laberintos de sus mentes amnésicas o fracturadas, personajes atrapados por esas atmósferas sórdidas y opresivas que al director tanto le gusta trasladar a la gran pantalla. Casas es autor del libro Jesús Garay. Cineasta de l’obsessió, que Pòrtic edita con motivo de la retrospectiva que a partir de esta tarde dedica la Filmoteca de Catalunya a un cineasta que nada contracorriente.

­—¿Cómo vive este homenaje?

—En el mundo del cine, la mayor parte de las veces recibes bofetadas. Que te den una palmada en la espalda siempre se agradece. Es como el boxeador que llega con una brecha abierta y el ojo morado a la esquina del ring y el preparador le da un poco de agua con la esponja para que cuando suene la campana se levante para seguir recibiendo.

—¿Y por qué es director?

—Si sigo dirigiendo películas es por voluntarismo y tozudez. Dedicarse al cine es un oficio disparatado. La industria sigue siendo deficiente.

—Sus últimos trabajos, el documental Mirant al cel y el drama Mirant al celEloïse

—Es azar. Mis orígenes son el cine llamado pedantemente de autor, pero los proyectos que me han propuesto en la tele han sido interesantes.

—Como versionar relatos de Montserrat Roig y de Cristina Fernández Cubas. El guión de Eloïse

—Han sido encargos afortunados. Sí, he adaptado a más mujeres, pero llegué a fusionar a Julio Verne y a Edgar Allan Poe en Nemo, el filme que hoy programa la Filmoteca.

SEmDLa bañera, Pasión lejana y Els de davant son otras películas de culto. El tiempo las ha hecho fuertes.

—El cine es como el vino, a veces el paso del tiempo va a favor o en contra. Lo mejor es dejarte llevar por el placer de crear, pensar en lo que quieres contar y no en los resultados que obtendrás. Es muy complicado satisfacer a ese ente fantasmático que se llama público.

—¿Antes era más fácil?

—El eterno problema es que una película llegue a un mercado invadido por gigantes del márqueting.

—¿Su próxima película?

—Está escrita. Se titula El viaje.