Las protagonistas

Purita Campos, dibujante: «A los hombres aún les da apuro leer a 'Esther'»

Es la dibujante española que más cómics vende. A sus 71 años, aún es hora de que se le reconozca públicamente su talento.

Pionera del cómic. Estudió bellas artes. Creó Esther en 1971.

Pionera del cómic. Estudió bellas artes. Creó Esther en 1971.

GEMMA TRAMULLAS
BARCELONA

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–¿Cuántas veces ha pensado: «Ay, si yo hubiera sido hombre....»?

–¿Cómo sabe que lo he pensado muchas veces?

–Me lo imagino. No es normal que alguien con su carrera tenga tan poco reconocimiento.

–Mi época era muy machista. Los críticos me ignoraban totalmente. A veces leía comentarios o libros sobre cómic y me buscaba, pero jamás me mencionó nadie. Los otros dibujantes me miraban un poco como si me perdonaran la vida.

–¿Esther es un cómic solo para chicas?

–Ahora me entero de que me seguían muchos chicos. Cogían los libros de sus hermanas y los leían a escondidas. En el colectivo gay también coleccionan mis libros.

–¿Las nuevas aventuras de Esther se abrirán más a los lectores?

–Sí, aunque no es fácil. Los hombres tienen en la cabeza a Supermán y cosas de guerreros y aún les da vergüenza decir que leen a Esther.

–A lo mejor si la despechuga un poco...

–Sí, ja, ja, ja. En el tercer tomo subirá mucho la temperatura, pero hemos de tener en cuenta que es un cómic para todos los públicos.

–La reedición de Esther y su mundo 

–Después de 20 años sin dibujarla no podía imaginar que tuviera semejante éxito.

–Esther era una adolescente en los años 70 y 80. Ahora es una madre divorciada con una hija.

–Yo tuve la idea de hacerla mayor, de que tuviera la edad de sus fans.

–Pues la ha clavado. La nueva vida de Esther es idéntica a la muchas mujeres de los 70. Yo misma, sin ir más lejos. ¿Es usted socióloga?

–Bueno, es lo que veo, lo que siento y lo que capto.

–¿Qué tiene Esther que no tengan otros personajes de la época como Jana, Gina o Emma?

–Aunque la historia de Esther transcurría en Inglaterra, os identificábais mucho con ella. Esther no era como éramos, sino como nos hubiera gustado ser en aquella España tan cerrada y triste. Eso enganchó.

–Usted se dedicaba a la confección de moda y aceptó el encargó de dibujar un serial para poder estar más con su hijo en casa.

–¡Es que apenas le veía! Así pude controlar más mi vida.

–Se formó en Bellas Artes. ¿Le ha frustrado no dedicarse a la pintura?

–No. He hecho exposiciones, pero para mí el cómic también es un arte. Estoy conectando con el público, que a fin de cuentas es lo mismo que tiene que hacer una pintura.

–¿Cuál era su referente en los 70?

–Las revistas de moda. También coleccionaba Il Corriere dei Piccoli porque me gustaba mucho Hugo Pratt. A partir de él empecé a aficionarme al cómic.

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