Víctor Borràs i Gasch: "La sociedad solo utiliza a los abuelos cuando los necesita"

OBRA DE TÍTERES 'AVI RAMON'.Teatre L'Aurora. Plaza de Cal Font. Igualada. 16.30 y 18.00 horas. 6 euros.

Víctor Borràs i Gasch es un joven dramaturgo (Igualada, 1977), director de la compañía Teatrenu (teatro desnudo o esencial), que en los últimos años ha creado siete espectáculos para niños. Hoy presentaAvi Ramon, una de las obras que clausuran la Mostra-Fira de Teatre Infantil i Juvenil, de Igualada. Con dos títeres y una escenografía austera, aborda un asunto de mucha actualidad: el alzheimer.

--¿Cómo consigue explicar ese mal en el escenario?

--Es un espectáculo sobre el amor a los abuelos, sobre la voluntad de mantener viva la memoria. Se trata de la relación entre una niña, que empieza a vivir y un hombre que se hace mayor. Él no se acuerda de su nombre y su nieta quiere ayudarle a recordar, a través del lenguaje y la escritura.

--¿Por qué el alzheimer?

-- Nos parecía un tema interesante, yo lo he vivido de cerca y es una forma de explicarle a los niños la realidad. La enfermedad y la muerte son asuntos que preocupan a los niños.

--¿El teatro permite profundizar en asuntos tan graves?

--Sí, el teatro permite contar lo que se quiere contar. Es una manifestación artística que no pretende decirle a los niños cómo tienen que pensar, sino que se emocionen, como con la literatura o el arte en general.

--Incluido el teatro de títeres...

--Sigue teniendo vigencia. El público ve el teatro de títeres como un lenguaje artístico más y si lo dominas, es útil para la dramatización.

--¿Cuál es la importancia de este espectáculo?

--La sociedad pragmática en la que vivimos solo utiliza a los abuelos cuando los necesita. Por eso quise potenciar, reconocer el afecto por encima de la utilidad. Rendirles un homenaje porque están muy olvidados y enseñar a asumir que cuando ellos ya no sirven para cuidar, se les tiene que cuidar.

--¿Los niños entienden que el final de la vida, de alguna forma, se parece al principio de la vida?

--Las niñas y niños se emocionan con el arte, asumen el contenido con tranquilidad. En cambio a los adultos les conmociona. Creemos que lo sabemos todo sobre los más pequeños, pero esto ocurre porque nos falla la memoria. Afortunadamente, nosotros superamos esta amnesia con cada espectáculo.

--¿Se puede vivir del teatro?

--Nosotros vivimos del teatro, no nos dedicamos a otra cosa.

--¿La crisis no les afecta?

--Estamos acostumbrados a vivir con poco y la gente necesita salir a divertirse. No se puede estar todo el día en la cotidianidad. Ningún pueblo se puede quedar sin teatro, sin arte.