da servicio a 5 comunidades

La app del Gobierno ya está disponible: el dato como aliado contra el COVID-19

Gobiernos de distintos países desarrollan soluciones tecnológicas con las que sumar esfuerzos frente al coronavirus. España ya tiene operativa ‘Asistencia COVID 19’, su propia app de autodiagnóstico, monitorización de síntomas e información. 

España ya tiene operativa 'Asistencia COVID 19', su propia app de autodiagnóstico, monitorización de síntomas e información.

nadia calviño

nadia calviño / economia

María Refojos

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Gobiernos de distintos países están desarrollando e implantando soluciones tecnológicas con las que sumar esfuerzos para frenar la expansión del coronavirus y extraer todo el rendimiento posible de las medidas de confinamiento.

China y Corea del Sur son casos de éxito del control mediante big data. En ambos casos las autoridades se han servido de aplicaciones móviles y recursos como la geolocalización para hacer seguimiento de los pacientes infectados o determinar si las personas cumplen con la cuarentena. 

Otros países como Israel, Singapur o Perú han seguido la estela de estos dos países asiáticos, mientras que Europa se ha quedado algo rezagada. “La crisis ha pillado desprevenidos a todos los países europeos, dejando claro que la implementación de una solución tecnológica similar a la de los países asiáticos no se consigue en pocos días o semanas”, señala Davide Fabrizio, director de Analytics de la consultora Deloitte

La solución española

Aún así, se han dado pasos para seguir la estela de China y Corea del Sur por ejemplo en la zona de Lombardía, la más afectada por la pandemia en Italia, y también en España, donde la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha desarrollado en pocos días una aplicación “para el apoyo en la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19”.

Esta app ya está operativa desde hoy, tal y como informan a BYZness desde el ministerio que dirige Nadia Calviño. Aunque por el momento solo está disponible en Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y el Principado de Asturias, la propia app indica que están trabajando para ofrecer cobertura a todo el territorio.

Según detalla la Orden publicada en el BOE el pasado 28 de marzo, esta aplicación se orientará a facilitar la “recopilación de datos con el fin de mejorar la eficiencia operativa de los servicios sanitarios”. 

¿Y qué tipo de datos recopila? Por un lado su ubicación, para verificar que el usuario se encuentra en la comunidad autónoma en que declara estar. Aunque esta opción de geolocalización es voluntaria y solo se activa siempre que el usuario lo autorice. Es decir, si tras descargarte la aplicación seleccionas esta opción: en el paso correspondiente del proceso de instalación de la app se especifica que “no es obligatorio para continuar”.

También recogerá otros datos de carácter personal, puesto que la principal funcionalidad de esta app es que el usuario pueda realizar una “autoevaluación en base a los síntomas médicos que comunique, acerca de la probabilidad de que esté infectado por el COVID-19”, indica el BOE. En respuesta a este test y en base a los resultados, proporcionará información sobre el coronavirus, consejos prácticos y recomendaciones sobre qué hacer.

En caso de duda, y por efectuar un uso responsable de la tecnología, nunca está de más revisar las condiciones y la política de privacidad

Los pioneros

El Gobierno central replica los pasos de comunidades autónomas que han sido pioneras en aplicar este tipo de innovaciones. Es más, la app del Gobierno recomienda acudir a ellas mientras se completa su implementación en toda España. 

Cataluña activó la aplicación Stop COVID19 CAT, desarrollada desde el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, que gestiona los datos de salud, identificativos y de geolocalización de los ciudadanos y para determinar la evolución de la enfermedad COVID-19 con objetivos de investigación y estadística. 

En la misma línea surgió Coronomadrid, desarrollada por la Comunidad de Madrid en colaboración con empresas tecnológicas como Carto, ForceManager, Mendesaltaren o Telefónica. Sirve también para realizar autodiagnósticos y proporcionar información. Y también hace uso de la geolocalización de los usuarios de forma voluntaria.

Por su parte, el Gobierno de País Vasco, junto con la empresa vasca EricTel, ha desarrollado COVID-19.EUS, una app con la que “tejer una red ciudadana red ciudadana que ayude en la contención del coronavirus, contribuyendo a su prevención, detección y seguimiento”.  

“Utilizan las localizaciones para generar un mapa epidemiológico a escala local y da seguimiento a los ciudadanos para saber su estado de salud; es una herramienta muy útil para evitar la saturación de otros canales, como las consultas telefónicas", afirma Julián Salas, investigador del grupo KISON del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC.

Estudio de movilidad

Además de la app 'Asistencia COVID-19', el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha puesto en marcha la elaboración de un estudio estadístico de movilidad, con datos sobre los desplazamientos de los españoles en los días previos y durante el confinamiento. Estos datos, facilitados por las operadoras de telefonía, son agregados y anonimizados, a imagen y semejanza de los empleados por el INE, que colabora con Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial en esta iniciativa. 

La misión de este estudio, bautizado como ‘DataCOVID’, es analizar el efecto de las medidas sobre la movilidad de los españoles, convirtiendo al big data en “un gran aliado en la lucha contra la pandemia”. Para ello, el Gobierno identificará el volumen de desplazamientos y las zonas con mayor concentración de población. Los datos y patrones detectados contribuirán a una “mejor toma de decisiones en la gestión de la emergencia sanitaria”.

Una de las consecuencias del uso de este tipo de soluciones tecnológicas es la reavivación del debate sobre la privacidad y protección de los ciudadanos. En este sentido, el Ministerio de Asuntos Económicos apela a la normativa sanitaria vigente, que según explican “ampara a las autoridades competentes a usar datos con fines de investigación en situaciones excepcionales y de gravedad para la salud pública.

Y por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos ha anunciado que está colaborando con las autoridades competentes para ayudarles a compatibilizar el uso lícito de los datos personales con las medidas necesarias para garantizar el bien común. 

El valor del dato

Otra de las consecuencias es la puesta en valor de la innovación. Estas iniciativas destacan el importante papel que juegan la gestión de datos y la analítica como herramienta con la que depurar, optimizar la información disponible sobre este nuevo virus e, incluso, elaborar un análisis detallado con el predecir la evolución de la enfermedad. De nuevo, el valor del dato es el quid de la cuestión. 

Cada país tiene en su poder un volumen ingente de información en constante actualización. A gran escala, esto refleja cómo se encuentra el territorio, su sociedad y su economía, pero también permite conocer detalles más concretos sobre la situación de su sistema sanitario, el abastecimiento de los supermercados o el número de pasajeros que día a día utiliza la red de transporte.

En el momento actual, disponemos de series temporales de número de contagiados, fallecidos, pacientes curados, enfermos en la UCI, registros de movilidad de la población... Según explica Davide Frabrizio, con todos estos datos se pueden desarrollar:

- Modelos predictivos: evolución y propagación de la epidemia, predicción anticipada de contagios y fases siguientes, predicción de la evolución de cada paciente.

- Modelos de optimización de los equipos materiales y humanos disponibles: de tipo sanitarios o de servicios de primera necesidad.

- Simulaciones de los efectos de los cambios en las medidas de confinamiento y de distanciamiento social.

Los datos proporcionan una visión completa para que, con el debido análisis, los gobiernos sean capaces de tomar decisiones complejas, que impactan en los ciudadanos, de la forma más objetiva y fundamentada posible. 

“La analítica avanzada adquiere una importancia crucial puesto que gracias a esta tecnología los gestores y sus equipos pueden tomar decisiones basadas en datos empíricos”, señala Christian Gardiner, Country Manager de SAS en Iberia. Posibilita, por ejemplo, la interpretación simplificada de un gran volumen de datos para crear patrones, extraer conclusiones o ver tendencias. Y muestra la evolución de la situación, si las medidas que se están tomando están funcionando, qué ocurre con otros países, etc.

“La situación actual de pandemia es un ejemplo claro donde la aplicación de la analítica de datos nos ayuda en la resolución del problema de forma eficaz y argumentada”, añade Christian Gardiner.