los retos del turismo

Viajar, cuestión de confianza: 1 de cada 4 españoles es reacio a salir de España en verano

Ante las reticencias a irnos de vacaciones por temor al contagio, el gran reto del sector es “normalizar la lucha constante contra el virus como un elemento más de la calidad de la oferta turística española”.

El gran reto del turismo ahora es "normalizar la lucha constante contra el virus como un elemento más de la calidad de la oferta turística española".

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María Refojos

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De forma general, se prevé dar entrada a los visitantes internacionales desde el 1 de julio a todo el territorio español, aunque se espera una caída en el número de viajeros. A este factor hay que sumar la sensación de los españoles, que no se muestran del todo convencidos a la hora de planear su veraneo, ya sea dentro o fuera de nuestras fronteras. 

En concreto, el 36% de los españoles considera que necesitará entre uno y tres meses desde que finalicen las restricciones para sentirse cómodo para viajar a nivel nacional, mientras que el 27% cree que va a precisar al menos cuatro meses, según los datos de la quinta ola del Barómetro COVID-19 elaborado por Kantar.

A su vez, otro 27% de los encuestados es favorable a esta posibilidad y asegura que se sentirán cómodos con los desplazamientos internos “tan pronto como sean posibles”. 

La actitud ante los viajes internacionales es todavía más prudente: el 45% de los españoles necesitará un mínimo de cuatro meses para sentirse cómodo viajando al extranjero, mientras que el 17% habla de entre uno y tres meses. Solo el 13% espera salir de España en cuanto sea posible. 

“La extensión desconocida de la COVID-19 genera ciertas incertidumbres y probablemente comportamientos más precavidos que en ocasiones anteriores”, señala Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experto en turismo. En su opinión, la distancia incidirá sobre estos porcentajes: “Costará menos hacer turismo dentro de la propia comunidad autónoma o limítrofes (para las uniprovinciales) que fuera de la misma”. 

En relación al dato sobre la reticencia de los españoles a las salidas al extranjero, Díaz hace una lectura positiva, ya que considera que servirá de revulsivo para el mercado español al compensar en parte la falta de visitantes internacionales.

Un sector fundamental

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) anticipaba recientemente un descenso entre el 45% y el 70% de los ingresos turísticos en todo el mundo. En el caso de España, es un impacto a tener en cuenta, ya que se trata de un país que depende en gran medida de este sector.

El peso del turismo en la economía supuso el 12,3% del PIB en 2018 -últimos datos publicados por el INE-, aunque en regiones como Canarias o Baleares, principales receptoras de viajeros, "llega hasta el 35%”, según indica Pedro Aznar, profesor de Economía en Esade.

Es por eso que este experto alerta sobre la importancia de tomar medidas que permitan paliar los efectos de la crisis y mantener la ocupación"El turismo es el sector que impulsó la generación de empleo tras la crisis de 2008, y si no se reactiva, el impacto será muy importante", ha recalcado este experto durante un encuentro virtual organizado por la institución académica. 

Es decir, esta campaña de verano viene marcada por un lado por las demandas del viajero, centradas en una mayor seguridad, confianza y medidas de higiene; y por otro, por el reto de las compañías hoteleras, aerolíneas y demás negocios del sector de incrementar el ticket medio.

"Tenemos que tener en cuenta dos variables, la diferencia entre el precio al que vendo y coste que tengo. Ahora, aunque se reduzca el número de empleados, los empresarios seguirán teniendo otros gastos fijos como alquileres y amortizaciones, más los añadidos por la higienización y adaptación", destaca Pedro Aznar.

Flexibilidad, transparencia, seguridad...

Ante esta disyuntiva, Minsait, filial tecnológica de Indra, recomienda a las empresas del secotr enriquecer la oferta, simplificar los procesos de reserva y registro, flexibilizar políticas de cancelación y tarifas, presentar las promociones de manera óptima en la web, reforzar los extras y suplementos que acompañan a las tarifas básicas y ofrecer una propuesta de servicios acorde a la situación actual, tanto en términos de seguridad como en la aplicación y visibilidad de las medidas higiénico sanitarias. 

“El contexto psicológico del consumidor ha cambiado y, en consecuencia, su comportamiento”, señala la compañía de TI. Es por esto que confían en un retorno progresivo a las ventas y reservas por parte del turista, pero con ciertas expectativas: el cliente querrá más “flexibilidad y transparencia”, hará búsquedas más exhaustivas y comparativas de precios, y solicitará facilidades de pago, especialmente en los casos en los que su situación económica se haya visto más afectada. 

“A la espera de una vacuna, la implementación de medidas de control (test masivos periódicos) y prevención (distanciamiento social, esterilizaciones, uso de mascarillas…) que no afecten de forma negativa a la experiencia de uso se antojan claves para acelerar la reactivación de la actividad económica”, apunta Borja Marcos, director asociado en la división Insights de Kantar. 

Coincide Pablo Díaz, de la UOC, para quien el principal desafío reside en “normalizar la lucha constante contra el virus como un elemento más de la calidad de la oferta turística española”.

Cautela ante las multitudes

Además de viajar, en general se observa cierta cautela a la hora de emprender actividades de ocio aún a pesar de estar permitidas, de acuerdo con el Barómetro de Kantar. “Los resultados muestran ciertas reticencias de partida a formas de ocio que impliquen espacios cerrados o multitudinarios”, comenta Borja Marcos.

Muchas personas todavía necesitarán un plazo de tiempo para habituarse y sentirse cómodas a la hora de realizar acciones como ir a un restaurante o acudir a grandes eventos. Es más, el 47% de los españoles reconoce que no se sentirá cómodo yendo a eventos donde se reúna mucha gente, como conciertos o encuentros deportivos, hasta que no hayan pasado más de cuatro meses y solo el 8% menciona sentirse a gusto con la idea en cuanto sea posible realizar esta actividad lúdica.