RIQUEZA PATRIMONIAL

¿Es España un país de ricos?

El número de millonarios en nuestro país se ha multiplicado por seis en los últimos diez años, lo que nos sitúa en la décima posición mundial. Sin embargo, un cuarto de la población española se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión.

El número de millonarios en nuestro país se ha multiplicado por seis en los últimos diez años, lo que nos sitúa en la décima posición mundial. Sin embargo, un cuarto de la población española se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión

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Diana Fresneda

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Los datos del último informe de riqueza mundial 2019, elaborado por la entidad financiera Credit Suisse, colocan a España como el décimo país del mundo con mayor número de millonarios. 

En concreto, la cifra de adultos españoles con un patrimonio neto superior a un millón de dólares (unos 900.000 euros) se ha multiplicado por seis en la última década, pasando de 172.000 personas en el año 2010 a alrededor de 979.000 a mediados del 2019.

“Este dato hay que ponerlo en su contexto, ya que España no es un país de ricos”, explica Félix López, profesor de Economía de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). “En términos generales se corresponde con el peso que tiene la economía española a nivel global: somos el 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y, por tanto, ese número de millonarios es aproximadamente lo que nos corresponde”, afirma. 

Una teoría que coincide con los datos del estudio pues, a nivel global, el informe de la entidad suiza registra 46,8 millones de millonarios en 2019, de los que un 2% son españoles.

La lista la encabeza Estados Unidos, con cerca de 19 millones de personas ricas, seguido de China y Japón superando los 4 y 3 millones, respectivamente. “Aunque estamos en la décima posición, el número de millonarios en España está muy lejos del de los países que ocupan los primeros puestos: en este caso, la economía americana es 15 veces mayor que la española”, asegura López, lo que influye en gran medida en su posición.

Millonarios medios

Del casi millón de españoles que se engloban dentro de este ranking, casi un 92% (899.008 personas) cuentan con una riqueza de entre uno y cinco millones de dólares (equivalentes a entre 896.000 euros y 4,48 millones de euros), situándose así en la parte baja de la tabla. Por su parte, un 0,006% (61 personas) se encuentran en el tramo de mayor riqueza, con más de 500 millones de dólares (más de 450 millones de euros).

Atendiendo a estos datos se constata que España no es un país de ultrarricos, pues “las grandes fortunas se han conseguido en sectores como el tecnológico, donde nuestro país no tiene un peso considerable”, explica el profesor. Sin embargo, sí existe un número muy significativo de “millonarios medios” pues “el tejido empresarial español es muy disperso y las grandes empresa privadas no están cotizando en Bolsa, por lo que el valor real de sus fortunas no sale a la luz”.

A este respecto, Félix López considera que si Mercadona saliese a Bolsa, su fortuna -valorada en términos bursátiles- sería mayor a la asignada en la actualidad. “Eso llevado a otras familias o compañías, sería igual”, nos explica.

El informe también destaca que España se sitúa en la octava posición de los países que más han crecido en riqueza media por adulto (50.000 dólares) respecto a 2018. Según el profesor, “la riqueza neta de las familias ha subido de manera muy significativa desde finales de la década pasada debido a la disminución de la deuda de las familias”, que llegó a rozar el billón de euros en 2008 y que actualmente se encuentra en 770.000 millones de euros.

Asimismo, los activos financieros han aumentado de unos 1,8 billones de euros a casi 2,3 billones, “con lo cual la riqueza neta desde finales de 2008 de las familias españolas se ha multiplicado por dos”, asegura.

La brecha crece

Estos datos contrastan con los recogidos en el último informe AROPE sobre el Estado de la Pobreza, que sitúa a España como el séptimo país de la Unión Europea (UE) con un mayor número de personas se encuentran en esta situación y donde una cuarta parte de la población está en riesgo de exclusión (26,1%).

El mismo estudio señala que la desigualdad es muy elevada con respecto a los estándares europeos, pues España se situaba como el tercer país con mayor desigualdad de toda la UE, solo por debajo de Bulgaria y Lituania. Concretamente en el año 2017, el 20% más rico de la población española disponía de una renta anual casi siete veces superior a la del 20% más pobre.

Según López, “la riqueza de los ricos crece más que la de los pobres porque el buen comportamiento de los mercados financieros” ha repercutido “en la gente que posee activos: los ricos”. “En los últimos diez años los incrementos salariales han estado muy por debajo de los activos financieros, por tanto, eso ha hecho que se incremente la brecha”, señala.

El número de ricos aumentará un 42%

Respecto al futuro, el estudio de Credit Suisse prevé que el número de españoles con más de un millón de dólares subirá otro 42% en los próximos cinco años, hasta alcanzar los 1.394.000 ricos en nuestro país.

Sin embargo, López no cree que la brecha entre ambos colectivos se incremente en los próximos años pues una parte muy significativa de las ganancias de las empresas va a ser repercutida en los trabajadores. “Los incrementos salariales en los próximos años deberían ser mayores que las ganancias en los activos financieros y, por ende, esa brecha no debería aumentar, sino que no me extrañaría que la viéramos reducida”, asegura.

Para el profesor, la forma óptima de medir, a nivel interno, la riqueza de un país es el desarrollo humano. Factores como la tasa de mortalidad infantil, la tasa de analfabetismo o de educación secundaria son indicadores que no tienen tanto que ver con la riqueza financiera, que es volátil, y que sí reflejan su grado de progreso.

Según López, “sería muy importante para medir el desarrollo futuro de un país atender a estos indicadores” ya que, por ejemplo, “la tasa de mortalidad infantil ha decrecido a nivel general y en los países pobres está cayendo de manera significativa”. Asimismo, “hay otros indicadores como los de consumo eléctrico, de gasolina, de matriculaciones… que demuestran la tasa de desarrollo de un lugar, en lugar de si su población es rica o es pobre”, concluye.