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Cómo ahorrar en la factura de la luz sin cambiar tu modo de vida

Pensar que la única manera de ahorrar es controlando nuestro consumo es un error frecuente. El hecho de conocer las tarifas y compañías que más se amoldan a nuestros hábitos es clave y, para ello, necesitamos entender nuestra factura.

Pensar que la única manera de ahorrar es controlando nuestro consumo es un error frecuente. El hecho de conocer las tarifas y compañías que más se amoldan a nuestros hábitos es clave y, para ello, necesitamos entender nuestra factura

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Fran Leal

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Existen muchas formas de ahorrar en nuestra factura de la luz. Es obvio que nuestro consumo es uno de los factores que influyen, pero no es el único. Lo primero, y que no a todo el mundo le resulta sencillo, es entender la factura de la luz.

La factura, clave

Entender la factura es fundamental, porque podremos entender dónde estamos pagando más de lo que necesitamos. En algunos de los conceptos, como los relativos a impuestos o alquiler de contadores, poco vamos a poder hacer. Pero sí, como decíamos, en otras partidas como las de nuestro consumo, la potencia contratada o la propia compañía con quien tenemos contratado el servicio.

Una de las mejores maneras de saber si podemos ahorrar unos euros es utilizar un comparador. Este tipo de aplicaciones pueden ayudarnos a ajustar nuestra tarifa o incluso hacernos ver que la compañía con la que estamos no es la más recomendable para nuestro consumo y uso. Existen muchos comparadores diferentes. Watiofy es uno de ellos y hemos charlado con Arturo Cardenal, su fundador y CEO, para analizar cuáles son los principales aspectos que tenemos que tener en cuenta para ahorrar en nuestra factura.

Saber cuáles son nuestras necesidades

“Lo primero que tenemos que tener claro es que siempre es posible ahorrar en la factura de la luz, sin cambiar nuestros hábitos de vida y sin tener que hacer gestiones complicadas”, asegura Cardenal. En su opinión, son tres las claves que nos van a ayudar en nuestro propósito:

  • Siempre hay ofertas más baratas que la nuestra, solo hay que buscarlas.
  • La potencia contratada quizás sea superior a lo que necesitamos. Al respecto, Cardenal señala que por cada kW de potencia que reduzcamos podemos ahorrar entre 50 y 60 euros al año.
  • Analizar las franjas horarias, porque en la mayoría de los casos al menos el 30 por ciento de nuestro consumo lo hacemos entre las 11 de la noche y las 12 de la mañana, por lo que contratar una tarifa con discriminación horaria puede ser muy beneficioso para nuestro bolsillo.

En definitiva, tenemos que tener claro que el conocimiento es nuestro mayor aliado, como en tantos ámbitos de la vida. “Somos uno de los países de Europa que más pagamos por la luz y, además, el 60 por ciento de nuestra factura son costes regulados por el Gobierno. No obstante, es posible ahorrar, teniendo en cuenta que entre la oferta más barata y más cara hay más de un 30 por ciento de diferencia”, afirma Cardenal.

Por tanto, si no hemos revisado nuestra factura, es momento de hacerlo, buscar y comparar opciones, y tomar decisiones.

Comercializadoras centradas en el cliente

Además de todo lo relativo a la tarifa, tenemos la opción de cambiar de compañía. Las alternativas cada vez son más numerosas y para todos los gustos.

Por ejemplo, tenemos la opción de unirnos a una empresa que suministra energía procedente de fuentes renovables. Una de ellas es Holaluz, que además permite contratar una tarifa plana, que evita sustos ante épocas de mayor consumo.

Otra de las opciones es Lucera que, además de ofrecer también energía cien por cien renovable, asegura vender la luz a precio de coste, con tan solo un coste de 3,90 euros en concepto de suscripción mensual. De ahí provienen sus ganancias

Emilio Bravo es el CEO de Lucera y nos cuenta que “estamos completamente alineados con los intereses de nuestros clientes. No ganamos más cuando nuestros clientes consumen más y, desde el primer día, decimos muy claro dónde está nuestro beneficio”. Esto hace una clara referencia a la transparencia, que se ha situado como una de las exigencias innegociables por parte del cliente, que es el que manda.

Bravo hace hincapié en una de las claves que nos daba Cardenal, en relación con este cambio de tendencia en el sector de cuidar y asesorar al cliente: “Sabiendo que al 86 por ciento de viviendas le conviene una tarifa con discriminación horaria, ¿alguna compañía se la recomienda a sus clientes? En Lucera, 3 de cada 4 clientes la tiene, pagando de media 50 euros menos al año”.

La compañía, que está en pleno crecimiento, espera “alcanzar los 40.000 clientes en luz y otros 5.000 en gas”, nos dice Bravo, que apunta que su facturación en 2019 podría llegar a los 10 millones de euros.