Tomates que resisten la sequía

Con la llegada de las nuevas tecnologías, vienen nuevos avances y nuevas técnicas, y junto a la innovación, la digitalización y la modernización de los procesos, se está dando una de las grandes revoluciones hasta el momento en el sector de los cultivos. Tomates que resisten la sequía, caquis no astringentes, suelos de paja de arroz que reducen el agua de riego en los cítricos o la implantación de sensores para mejorar el riego y la fertilización en las parcelas son algunas de las innovaciones que ha presentado esta semana Cajamar durante la celebración en su Centro de Experiencias de Paiporta.

De estas innovaciones presentadas, cabe destacar el proyecto Harnesstom, una iniciativa europea que pretende mejorar la genética del tomate en condiciones de altas temperaturas, sequía, salinidad y enfermedades emergentes para finalmente poder determinar cuáles son aquellos genes con los que se pueden conseguir variedades mucho más resistentes "a un problema tan grave de la actualidad como es el cambio climático, que ya está dejando graves consecuencias", según asegura la caja rural en un comunicado. En relación a este proyecto, cabe mencionar las más de 200 variedades de tomate, tanto tradicionales como de diferentes localidades de la Comunitat Valenciana, así como de otras autonomías españolas y otros países de Europa, que se ensayan en este centro de experiencias.

Suelo

Otra de las iniciativas relevantes presentadas el pasado jueves es el proyecto DSS-Mulch-CO2. Este programa tiene como principal objetivo la recuperación de suelos. Para poder conseguirlo, en el centro de Paiporta se está experimentado con cubiertas sobre suelo de paja de arroz, entre otros cultivos en cítricos, que permiten reducir el agua de riego. Gracias a la utilización de cubiertas vegetales y a la implantación de ‘mulchings’ -cubrir el suelo alrededor de los cultivos con una capa de restos de plantas y otros materiales de origen natural o mineral- se consigue que aumente el secuestro de carbono, es decir, mejorar el rendimiento agrícola, al tiempo que se logra que se reduzca la erosión, se incremente la fertilidad del suelo y que también se fomente la biodiversidad, consiguiendo así unas prácticas agrícolas mejoradas que ayudan a poder combatir el gran problema del cambio climático.

Roberto García, director de Desarrollo Sostenible de Grupo Cooperativo Cajamar, indica en declaraciones a este diario la importancia de las investigaciones y ensayos que se están realizando en Cajamar Innova para conseguir mejorar el riego y la fertilización en las parcelas mediante sensores. Estos son instalados a diferentes niveles de profundidad y permiten reinterpretar los resultados para conseguir una automatización del riego efectiva y digitalizada. Carlos Baixauli, director del Centro de Experiencias, recalcó que "estas investigaciones permitirán saber cuánto y cuándo se tiene que regar, ajustando el volumen y la frecuencia de riego". 

El cultivo superintensivo de higuera es otra de las líneas de investigación más destacadas. Para esta se ha habilitado una parcela de un total de 1.000 metros cuadrados con cubierta de malla con el principal el objetivo de conseguir una fórmula para el cultivo de la higuera que sea mucho más eficiente. El objetivo es conseguir una buena producción desde el primer año de cultivo. En cuanto a frutas como el caqui también se está trabajando con un material vegetal nuevo que permita producir esta fruta sin astringencias, haciendo clones para portainjertos lo más homogéneos posibles. 

Durante el transcurso de la jornada, se pudieron conocer las más de 300 variedades de frutas y hortalizas, al igual que a sus respectivas fichas técnicas, en las que figura toda la información y las características relacionadas con cada producto y su proceso y forma de cultivo. Carlos Baixauli explica que las investigaciones que se están realizando buscan como resultado "obtener productos de alta calidad y atractivos para el consumidor". 

Pimientos, berenjenas, melones, sandías o calabacines son algunos de los alimentos que se experimentan en este centro. En otro orden de cosas, Roberto García destaca la "importancia de una buena comunicación tanto por parte de los agricultores como de los consumidores, por un lado, para que el cliente conozca todo el proceso que hay detrás de un producto sabroso y con buenas cualidades, y por otro lado, para que el agricultor sepa los gustos del consumidor y pueda ajustar sus oferta a la demanda de los compradores".

Sector

El director de Desarrollo Sostenible de Grupo Cooperativo Cajamar recalca también que se trata de un sector cada vez más profesional y modernizado, por lo que la caja rural ha realizado un total de 55 actividades, entre los meses de enero y junio, dedicadas a la transferencia de conocimiento, eventos y cursos presenciales y 'on line', en las que ha participado un total de 5.479 personas. García afirma que el objetivo de todo esto es que "nadie quede excluido de este proceso y que todos los agricultores estén capacitados para empezar a aplicar todas estas nuevas herramientas en sus cosechas".

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