Vuelta a la casilla de salida: qué nos espera en el mundo post-covid

La pandemia provocada por la COVID-19 ha generado una crisis sin precedentes a todos los niveles. Años de progreso social y económico han quedado desdibujados ante una de las mayores emergencias sanitarias de la historia. No solo la economía ha sido la gran golpeada, el medio ambiente, las relaciones políticas y la tecnología también han de adaptarse a una nueva era en la que “ya se están revertiendo décadas de progreso social”, así lo asegura el estudio de AXA ‘2040: Exploring society’s future challenges’.

El informe destaca que a causa de la pandemia se ha producido un recrudecimiento del cambio climático, así como la regresión de la globalización, y un mayor proteccionismo económico. A todos estos problemas tendrá que hacer frente la sociedad en los próximos treinta años para recuperar los incipientes cambios que emergían antes de la llegada de la COVID. De este modo, las previsiones del Grupo AXA para el futuro a corto y medio plazo son las siguientes:

Crisis medioambiental

La crisis medioambiental no se va a resolver a corto plazo. El informe considera que “las personas siguen anteponiendo sus intereses inmediatos a la problemática del medioambiente”. Una actitud que a raíz de la COVID-19 también adoptarán los gobiernos, ya que entre sus planes está favorecer estrategias que darán prioridad a la recuperación economía o incluso a la salud pública en detrimento de la sostenibilidad.

Más desigualdades

Grupo AXA asegura que la pandemia ha agravado aún más las desigualdades. Los colectivos más vulnerables vivirán un mayor empobrecimiento, afectados por la crisis de la vivienda y el desempleo. “Tratándose no solo de una cuestión de ingresos, sino también de dificultades para acceder a la salud, la educación, los servicios esenciales como el agua y las oportunidades de desarrollo”, detallan.

Un sistema geopolítico más tensionado

Además, las relaciones políticas y el orden liberal internacional darán paso a un sistema geopolítico más tensionado. “La 'autosuficiencia' continuará estando a la orden del día, con constantes amenazas entre países y poca o ninguna cooperación; incluso en algunos casos adoptando posiciones de autarquía. Los países impondrán nuevos aranceles para proteger sus industrias locales”, apunta el informe. De esta forma, según estas predicciones la situación que comenzó en Estados Unidos y China, podría extenderse al resto del mundo. 

Auge del mercado laboral local

Asimismo, según el informe, la deslocalización transformará por completo el mercado laboral. “Las empresas no podrán depender de la mano de obra extranjera y obtendrán el capital humano de manera local, formándolo para la economía de bajo contacto (consecuencia de las limitaciones impuestas por la pandemia)”, explican desde el Grupo AXA. Esta economía de bajo contacto llevará a que las empresas se sigan sirviendo de la tecnología para continuar operando a distancia, como han hecho desde el inicio de la crisis sanitaria. 

Uso de la tecnología para la prevención de enfermedades

En las próximas décadas surgirán cuestiones vitales sobre cómo mantener a las poblaciones sanas e inmunes ante nuevas epidemias. De modo que se hará más hincapié en la prevención de enfermedades que en su curación. A esto contribuirá la tecnología. En muchos casos, la robótica se utilizará para combatir la escasez de trabajadores sanitarios en algunas zonas, y los nuevos dispositivos permitirán obtener la información sanitaria en tiempo real. Aun así, el estudio de AXA advierte que la tecnología no será una panacea: “las recientes pandemias han demostrado que siguen siendo necesarios los elementos básicos de la asistencia sanitaria y una mayor confianza sobre los gobiernos y su gestión en materia de salud”, concluyen.