Conciliación

¿Y si trabajamos solo 4 días a la semana?

En el último Foro Económico Mundial, diferentes expertos defendieron los beneficios de aumentar un día a la semana el descanso de los trabajadores. Una iniciativa de la que ya hay alguna experiencia en países como Nueva Zelanda. ¿Sueño inalcanzable o realidad posible en España?

En el último Foro Económico Mundial, diferentes expertos defendieron los beneficios de aumentar un día a la semana el descanso de los trabajadores. ¿Sueño inalcanzable o realidad posible en España?

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Conciliación / economia

Agustina Barbaresi

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Cada vez que llega el domingo por la noche (o el lunes por la mañana), se produce un fenómeno que a muchos les resultará familiar: el vértigo ante el inicio de la semana. La sensación de tener poco tiempo libre. Y las ganas de alargar un día más el fin de semana. Pero esto no es sólo un deseo individual de muchas personas: la racionalización de jornadas es objeto de estudio, de debate… y de promesa electoral.

El economista e historiador Rutger Bregman, autor del libro “Utopía para realistas” explicó en el último Foro Económico Mundial celebrado en Davos que plantearse una semana laboral más corta no es realmente una decisión radical o ni siquiera novedosa: de hecho, "durante décadas, todos los principales economistas, filósofos, sociólogos... todos creyeron, hasta la década de 1970, que trabajaríamos cada vez menos", dijo en una ponencia, citando como ejemplo el acortamiento de jornadas laborales que se produjo en las décadas de 1920 y 1930, de la mano de grandes empresarios como Henry Ford.

La opinión de Bregman fue respaldada por Adam Grant, psicólogo de la Wharton School de Pennsylvania, presente también en la ponencia. Así, Grant explicó que la reducción de horas dedicadas al trabajo favorecen la concentración, la creatividad. Por no mencionar que hacen aumentar la empatía y lealtad de los empleados hacia su empresa.

¿Podría haber ‘finde largo’ España?

En España, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) volvió a incidir hace unos meses en la necesidad de ajustar las jornadas laborales, aprovechando el Día Internacional de los Trabajadores. Según este organismo, los beneficios de establecer unos horarios más racionales son múltiples para ambas partes, al incidir positivamente en cuestiones como la salud del trabajador o la productividad. ¿Encajaría una jornada de 4 días en España? ¿Sería una buena forma de equilibrar el tiempo destinado al trabajo y a la vida personal?

Según Alberto Gavilán, manager de RRHH de Adecco Staffing, una iniciativa así “seguro que sería vista con buenos ojos por parte de los trabajadores, ya que dispondrían de más tiempo para conciliar vida laboral y personal”. Sin embargo, puntualiza que quizá no sea el formato más adecuado para lograrlo, ni para el trabajador ni para la empresa.

Primero, porque los trabajadores “necesitan conciliar vida laboral y personal por lo general cada día y no solo un día a la semana”. Y segundo, porque es un modelo que no es aplicable al 100% de las empresas ni a todo tipo de sectores. “Se trata de entornos muy concretos donde se trabaja por objetivos, donde la estacionalidad no existe y donde los flujos de trabajo son constantes. Todo ello permite a los empleados y empresas tomar decisiones sobre la distribución semanal de la jornada y en multitud de sectores esto es inviable si no se hace con unos sobrecostes poco realistas”, explica. Un ejemplo son el sector hostelero y la distribución, donde difícilmente se podrían establecer este tipo de turnos.

Según Gavilán, se deberían dar algunos pasos adicionales en materia de conciliación antes de abordar un planteamiento de semanas laborables de 4 días: “la flexibilidad horaria, el teletrabajo, etc. son opciones que frente a los países de nuestro entorno están poco desarrolladas e implantadas.  Además, mi experiencia es que lo que demandan los trabajadores son posibilidades diarias de conciliación que les permitan todos los días poder abordar proyectos familiares o personales de manera continua”, concluye.