ISLAS A LA DERIVA

Un flechazo al sur del Peloponeso

‘Drink time!’, la bella amistad entre el escritor de viajes Patrick Leigh Fermor y su traductora, Dolores Payás

Dolores Payás y Patrick Leigh Fermor, en Grecia.

Dolores Payás y Patrick Leigh Fermor, en Grecia. / ARCHIVO

Olga Merino

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De la misma forma que dos espejos enfrentados producen un efecto óptico que multiplica la imagen reflejada hasta el infinito, un libro te lleva a otro y a otro y a otro en una travesía sin fin y a veces felizmente sin rumbo. La semana pasada, sin ir más lejos, hablábamos de ‘Pasiones públicas, emociones privadas’ (Gatopardo), la obra periodística de Charles Dickens, desde donde rastreando las andanzas de su compiladora y traductora, la también novelista Dolores Payás, fui a dar con una joyita titulada ‘Drink time!’, la semblanza que escribió sobre Patrick Leigh Fermor (Londres, 1915–Dumbleton, 2011), el escritor británico y héroe de guerra con quien trabó una profunda amistad en los últimos años de su vida.

Fue en 2009 cuando Payás, traductora al español de tres libros de Leigh Fermor, entre ellos el extraordinario homenaje que dedica a Grecia en ‘Roumeli’ (Acantilado), cogió carretera y manta rumbo al sur del Peloponeso, hacia la península de Mani, el dedo del medio en el mapa, donde el mar Egeo se junta con el Jónico, atravesando un paisaje áspero de olivos y cipreses, con el fin de conocer al autor y compartir con él un primer café. En cuanto abrió la puerta de su célebre villa, en el pueblo de Kardamili, se produjo un flechazo instantáneo. Con el hombre y el paisaje. El sueño elíseo.

Santuario a los pies del mar

Ahí estaba el último aventurero romántico, el legendario escritor de literatura de viajes, aunque la etiqueta se le queda chica. Esbelto, aún henchido de apetito vital a los 93 años, la sonrisa acogedora, el parche pirata sobre el ojo izquierdo, casi ciego, casi sordo, con el pañuelo de ‘gentleman’ en el bolsillo de la americana y los calcetines rojo cereza, Leigh Fermor le estaba abriendo la puerta de su guarida secreta. Una casa destartalada, donde las ventanas no cerraban bien, sin televisor (ni falta que hacía), con torreones de libros, polvo y gatos por doquier, donde había que poner una cuña en la puerta del horno para que funcionara. Un santuario a los pies del mar.

Esbelto, aún henchido de apetito vital a los 93 años, la sonrisa acogedora, el parche pirata, casi ciego, casi sordo, le estaba abriendo la puerta de su guarida secreta

Como una especie de Lord Byron contemporáneo, atravesado de filohelenismo, Leigh Fermor había recalado en Kardamili en los años 60 con su mujer, Joan Eyres Monsell, después de una existencia plena de arrojo y aventura. Era todavía un adolescente —"un chico descarriado de entreguerras", como dice Jacinto Antón— cuando se lanzó a cruzar Europa a pie en 1933, desde Holanda hasta Constantinopla, un continente a punto de desvanecerse en el fragor de la guerra y sus cicatrices, periplo sobre el que escribió dos obras maestras: ‘El tiempo de los regalos’ y ‘Entre los bosques y el agua’. Sobre sus espaldas también cargaba el peso de una hazaña homérica: el secuestro en 1944, junto a su camarada Walter Stanley Moss, del general Heinrich Kreipe, jefe de las tropas nazis que ocupaban la isla de Creta.

Tres años intensos

La hospitalidad del escritor disipó enseguida el respeto reverencial que le profesaba su traductora. Al segundo ‘gin-tonic’, pasó a llamarle ‘Paddy’. A lo largo de tres años intensísimos compartieron muchos ‘drink time’, porque en aquella casa se bebía de manera "monzónica". "I wouldn’t mind in the least object to having another glass". O sea, ponme otra copa. En la villa de Kardamili, las palabras, la conversación culta e inagotable, emborrachaban tanto como el vino. A menudo, las mañanas despertaban así: "¿Qué vas a leer hoy?". Un ser único en su especie, del linaje de Lawrence Durrell.

A la muerte del escritor, Payás le dedicó esta hermosa carta de amor, un ‘memoir’ lleno de gratitud y nostalgia, el retrato de un hombre bello y luminoso, pícaro y vividor, un dios pagano, estoico y corajudo, generoso, nada egocéntrico, que supo preservar su rabiosa independencia hasta el último de sus días.

Payás vive hoy en Grecia; allí ha escrito la última de sus novelas: ‘Ultimate love’ (Círculo de Tiza).   

'Drink time!'

Autora: Dolores Payás

Editorial: Acantilado

112 páginas. 12 euros

'Ultimate love'

Autora: Dolores Payás

Editorial: Círculo de Tiza

392 páginas. 22 euros