El Gordo del Niño deja 16 millones en Catalunya

CARMEN JANÉ / MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cada semana, desde hace tres años, Manuela Moreno, un ama de casa del barrio del Santo Cristo de Badalona se lleva un décimo del 22.654. "Y cada semana, cuando venía a recogerlo, le decía a José, el lotero: '¡A ver si esta vez toca, porque parece que este número no toca nunca!'". Y por fin le ha tocado. El Gordo del sorteo del Niño, uno de los grandes de la Lotería Nacional, ha premiado su fidelidad y su constancia. 

Manuela repartirá los 200.000 euros que le han caído en suerte entre sus dos hijos. "Lo que quede, será para mi marido y para mí, para vivir algo más tranquilos y hacer algún viajecito", cuenta. "Este es un barrio de gente humilde, a la que le va a venir muy bien el dinero", explica José López Sánchez, el propietario de la administración número 21 de Badalona que ha repartido una serie del Gordo, la mayoría, como Manuela, clientes fijos. "Sé de alguno que lleva un tiempo pasando muchas estrecheces, con muchos años de paro encima", señala. 

El primer premio del sorteo del Niño, dotado con dos millones de euros a la serie, ha dejado en Catalunya unos 16 millones, muy repartidos. Además de en Badalona, también hay afortunados en Barcelona, en Lleida y en Sant Vicenç de Castellet (Bages).

En la capital catalana, ha sido una administración clásica y casi centenaria, la número 97, situada en la esquina de la plaza de Urquinaona con la calle de Trafalgar, la que ha repartido "entre dos y tres series" del 22.654, ha explicado el titular del establecimiento, Pedro Fortuño, que calcula que eso supondrán entre cuatro y seis millones de euros. Como en Badalona, también él lo ha vendido casi todo por ventanilla.

SIGNO DE INTEGRACIÓN

"La verdad es que este es un sitio con suerte, porque los anteriores propietarios ya habían repartido varios premios también", explica Fortuño que regenta la administración desde hace cuatro años. "Y la ilusión por haber dado tanto dinero siempre es muy grande", subraya. "Por aquí pasa mucha gente, y compran vecinos del barrio; turistas, no. Inmigrantes, porque tenemos comercios chinos aquí detrás y muchos latinoamericanos. Que compren lotería es casi un signo de integración", indica.

También llevan cuatro años al frente del negocio, Pepita Mir y Josep Lluís Fernández, que han repartido cinco series del número ganador. Es, aseguran, el premio más grande que han dado nunca. "No es un número al que juguemos habitualmente, nos los adjudicó Loterías del Estado", ha explicado ella.

El único décimo agraciado en Sant Vicenç de Castellet se ha despachado a través de una terminal, ha asegurado la lotera, Maria del Mar mora.