Iglesia de Almenar: 35 años sin ninguna obra

Almenar está en alerta después de que el sábado pasado se desprendiera un trozo de yeso de una de las cornisas de la cúpula de la iglesia Santa María de la localidad. Aunque para el consistorio, este hecho -considerado un aviso- no tiene tanta importancia como la grieta que detectaron hace un mes los técnicos municipales en la fachada del templo.

Así es como comenzó la historia de la caída del campanario de Rosselló; con la aparición de unas grietas en el exterior del inmueble. Y tuvo un fatal desenlace: el pasado 29 de enero se derrumbaba por completo la torre. Ahora la historia podría repetirse en Almenar, a poco más de diez kilómetros de allí. Por eso la alcaldesa, Maria Teresa Malla, está moviendo cielo y tierra para reparar los daños y evitar un incidente similar.

REVISIÓN MUNICIPAL

La grieta que preocupa a Malla la detectaron hace un mes en la parte interior del tempo los técnicos municipales, cuando revisaban la estructura alertados por los hechos vividos en Rosselló. "La afectación se inició en la parte interior, aunque el daño está fuera. Las piedras de la fachada se están desgranando y hay que 'coserlas' para evitar que el corte siga creciendo", comenta la alcaldesa, que asegura que meses antes de detectarla ya caían pequeñas piedras en la parte exterior. Para subsanar el problema son necesarios unos 25.000 euros. "Y hay que hacerlo sí o sí. No tenemos mucho tiempo", añade.

Desde que se detectó la grieta, el consistorio busca financiación. Aunque, según explica la primer edil, ya lo tienen casi cerrado. Asegura que encima de la mesa hay un acuerdo entre el ayuntamiento, la Diputació de Lleida  y el Institut d'Estudis Ilerdencs (IEI) para costear los trabajos, "a la espera de la firma definitiva para poder autorizar las obras".

ÚLTIMO AVISO

La alcaldesa de Almenar afirma que en la iglesia de la localidad no se ha llevado a cabo ningún actuación "en los últimos 35 años". Y considera que esto no puede seguir así. "El desprendimiento del sábado nos asustó muchísimo, y más sabiendo que había aparecido una grieta, y no queremos que la historia que vivió Roselló se repita", insiste.

Por este motivo hace un llamamiento a las administraciones -Generalitat, Obispado de Lleida y diputación- para que tengan en cuenta la "grave situación del templo" e inviertan el dinero que sea necesario para solucionar sus carencias. Malla confía que el incidente del sábado sirva de aviso y agilice los trámites para restaurar la iglesia de la localidad.