Uno de los mossos que cargaron contra los indignados de Barcelona admite que propinó "innumerables" golpes

El subinspector de los antidisturbios que fue condenado por golpear a David Fernández vuelve a declarar ante la juez

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El subinspector de los Mossos Jordi Arasa ha admitido este jueves ante la juez que golpeó "innumerables" veces con la porra a los indignados que en el 2011 se opusieron al desalojo de su acampada en la plaza de Catalunya de Barcelona, y ha argumentado que lo hizo  para defenderse de la "violencia" de los activistas. También ha sugerido que la sangre que mostraban los concentrados podía ser pintura.

La operación, que en su día motivó la imputación del exdirector de los Mossos Manel Prat, se inició con el propósito de limpiar la plaza Catalunya, en la que los indignados llevaban semanas acampados, y derivó en cargas policiales contra los activistas que, sentados en el suelo y con los brazos en alto, se resistían a que la policía accediera a la plaza, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.Arasa, que en el 2014 fue condenado condenado por golpear al exdiputado de la CUP David Fernàndez en esa misma concentración, ha declarado como investigado ante la titular del juzgado de instrucción número 4 de Barcelona, que ha reabierto la causa por las cargas en la intervención policial del 27 de mayo del 2011 en la capital catalana.

VISIONADO DE VÍDEOS

Precisamente, Arasa ha visionado en el juzgado ocho vídeos grabados por medios de comunicación y por los propios indignados sobre las cargas en la plaza y ha apuntado que la sangre que mostraban los concentrados en las manos y el rostro podría ser "pintura" de color rojo.

El subinspector, que dirigió el dispositivo de las unidades antidisturbios en la plaza, ha sido citado a declarar como investigado debido a un informe pericial de esos vídeos, que concluye que podría ser el autor de los golpes de porra a cinco de los concentrados, uno de los cuales resultó herido en la cabeza y recibió varios puntos de sutura.

Jordi Arasa se ha reconocido como uno de los antidisturbios grabados en las imágenes (en los que llevaba la visera del casco levantada prácticamente todo el tiempo), pero ha negado que fuera el mosso que aparece golpeando con la porra a los concentrados en zonas del cuerpo prohibidas por los protocolos policiales, que establecen que la defensa solo se puede usar de cintura para abajo.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"120 heridos por las cargas policiales","text":"Las cargas contra los indignados ocurrieron en el marco de una intervenci\u00f3n policial que se lanz\u00f3 con el fin de limpiar la plaza de Catalunya de Barcelona, pero que los acampados interpretaron como un intento encubierto de desalojo. Los cerca de 200 indignados que dorm\u00edan en la plaza se negaron a abandonarla y, al cabo de unas horas, eran cerca de un millar las personas que se concentraron en el lugar en apoyo de los acampados para impedir que los equipos de limpieza pudieran acceder al lugar. Los Mossos d'Esquadra cargaron contra los concentrados, en una operaci\u00f3n que se sald\u00f3 con m\u00e1s de 120 heridos, y los indignados recuperaron la plaza despu\u00e9s de que las brigadas de limpieza se llevaran de la acampada desde colchones, toldos o sof\u00e1s, hasta los elementos r\u00edgidos que serv\u00edan de soporte a las pancartas y a los altavoces, adem\u00e1s de ordenadores y enseres personales.\u00a0"}}

RESPUESTA A LA AGRESIÓN

No obstante, el subinspector no ha tenido reparos en reconocer que en "innumerables" ocasiones golpeó con su defensa a los manifestantes, porque eran violentos y agredían a su vez a los agentes, aunque solo en la tibia y tras recibir la autorización de los mandos policiales.

Según Jordi Arasa, el uso de la fuerza por parte de los agentes fue "la mínima posible" para "ganar el espacio" de la plaza de Catalunya donde estaban concentrados los indignados, y la necesaria para desalojar a los activistas de la acampada, que, según ha dicho, se habían negado a abandonarla de forma pacífica.

El subinspector, único condenado hasta ahora por las cargas policiales en la acampada, ha podido ser identificado e investigado en la causa después de que en el juicio por golpear a David Fernàndez admitiera que era "muy probable" que le pegara con su defensa.