Educación en la confianza

Lo mejor para la educación de los menores en nuevas tecnologías es generar confianza, advierten los expertos

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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QUIENES TRABAJAN EN EL ÁMBITO DE LA SEGURIDAD EN INTERNET saben QUE NO HAY MEJOR HERRAMIENTA QUE EL PROPIO USUARIO, PARA BIEN O PARA MAL. y CON NIÑOS Y ADOLESCENTES, INSISTEN EN QUE LO MEJOR ES GENERAR CONFIANZA.

1. Casos de ciberacoso desde una "broma"

«La mayoría de los casos de ciberacoso que se producen en la red comienzan entre los propios niños, como una broma, hasta que reconocen que se les va de las manos», advierte Robert Shilling, coordinador de la unidad contra la explotación de menores en Interpol. «Muchos creen que estaban hablando con su novio o novia virtual. Y una semana más tarde la foto que enviaron como prueba íntima aparece en una red social o un grupo de Whatsapp y lo ven los compañeros, y desde ahí todo el mundo», explica.

2, No pensar que los niños lo saben todo

La aparente facilidad con que los niños se manejan ante tabletas o móviles hace pensar a muchos adultos que los pequeños saben más que ellos. Y no es así. La habilidad para imitar comportamientos no implica conocimientos técnicos. Y el malware, la suplantación o cuándo hay que instalar un programa no es algo con lo que nadie nazca enseñado. «Son ingenuos, mienten en la edad para entrar en una red social y no se les ocurre que los demás también pueden hacerlo», advierte la inspectora Inmaculada Leis.

3. La ineficacia de los filtros parentales

Las operadoras de telefonía han intentado también promover dispositivos pensados «para niños» con controles parentales y contenidos específicos y limitados, pero no han triunfado. «Nos dimos cuenta que ni los niños querían un tablet para niños ni mi madre quería un móvil para gente mayor. Ellos quieren usar lo que usa todo el mundo», explica Jesús Guijarro, director de responsabilidad social corporativa en Orange. «Poner filtros parentales a un menor es darle casi un acicate para saltárselos», afirma el ejecutivo.

4. Tener en cuenta la madurez del menor

«Es claramente un error darle un smartphone a un niño de 8 o 9 años, porque no hay una capacitación previa del menor y tiene demasiadas prestaciones para que las sepa gestionar de un modo eficaz. Hay que ir poco a poco», afirma Jorge Flores, director de Pantallas Amigas, oenegé que promueve el uso de las tecnologías en educación. «Hay que valorar la madurez del menor, las oportunidades y los riesgos, porque si queremos darle el móvil para saber dónde está y que te llame ¿qué hacíamos hace cinco años?». añade.

5. Compartir horas y juegos con los niños

Hay muchas apps infantiles pensadas para que las puedan usar los niños con toda confianza, y otras no de tanta confianza que esconden malware en anuncios y similares. Los expertos aconsejan que los padres acompañen a los niños en estos primeros pasos y capten cuál es la intención del juego. «Hay que mirar también los juegos que contienen chats porque eso ya presenta un vínculo común. Si hay adultos que buscan rollo jugando al Apalabrados, por qué no pensar en que pederastas buscan menores», dice Jorge Flores.

6. Que sepan que pueden pedir ayuda