REUNIÓN INSTITUCIONAL ANTE UNA ALERTA SOCIAL

Ensenyament reacciona ante la voz de alarma del Baix Llobregat

Una monitora ayuda a comer a un niño en la escuela Joan Maragall de Esplugues, anteayer.

Una monitora ayuda a comer a un niño en la escuela Joan Maragall de Esplugues, anteayer.

CARLES COLS
BARCELONA

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El pasado mes de septiembre, en una carta como presidente del Consell Comarcal del Baix Llobregat, Joaquim Balsera solicitó «una reunión urgente» a laconsellera d'Ensenyament, Irene Rigau, a la vista de que con las dotaciones presupuestarias previstas por su departamento «muchas familias con una situación de extrema dificultad socioeconómica se quedarían sin ayudas» para costear parte del almuerzo diario de sus hijos en la escuela. Pasado medio año, tras cuatro contactos entre ambas partes que no fueron fructíferos y después de haber aportado (aunque fuera solo un parche) 400.000 euros de sus fondos propios, el consejo comarcal decidió anteayer advertir públicamente de que la Generalitat estaba a punto de cruzar una línea roja, la que da acceso, tal vez, a la antesala de la desnutrición en la familias más castigadas por la crisis.

EL PERIÓDICO dio cuenta ayer de ello tras una visita a una escuela de Esplugues. Por la tarde, como si acabara de sentarse sobre una chincheta, Ensenyament reaccionó y convocó «a una reunión de urgencia» a la cúpula del Consell Comarcal del Baix Llobregat. Según fuentes de la Generalitat, Ensenyament llevará allí la promesa de un millón de euros adicional para esa comarca.

La cita es hoy, a las 11 de la mañana, en la sede de laconselleria. Ambas partes deberán, primero, abrir la luz que ilumina las cifras, pues ayer, tras la voz de alarma, se abrió una cierta ceremonia de confusión.

MÁS DINERO / A través de una nota, el departamento que dirige Rigau dio a entender que (siempre en futuro, pues la morosidad es un problema añadido) prevé destinar este curso 3,9 millones de euros «a los comedores de los centros del Baix Llobregat», de los cuales 3,1 millones son ayudas a las familias. Parece que ahí hay un matiz, una filigrana lingüística que invita a intuir que la aportación es mayor de lo que parece.

Los gerentes del consejo comarcal acudirán hoy con un plus de curiosidad a la cita convocada por Ensenyament, pues hasta ahora la única cifra prometida (y a tres meses de que acabe el curso aún no abonada) son 2,8 millones de euros. Con esa cantidad y con los 400.000 euros exprimidos del presupuesto comarcal, las 6.852 familias del Baix Llobregat que lo necesitan pueden dejar a comer a sus hijos en la escuela, pero con una limitación: la partida económica se queda corta, de modo que de los 177 días lectivos del curso la ayuda solo está garantizada para 148.

Si como explicaron ayer fuentes de Ensenyament la Generalitat está en disposición de ofrecer un millón de euros adicional para las ayudas de comedor del Baix Llobregat, sobre el papel el conato de incendio social puede quedar apagado. Pero solo sobre el papel, pues el Govern paga con demora. Otro riesgo es que las llamas se extiendan a otras comarcas. El Barcelonés Nord, por ejemplo, seguirá con interés lo que pase hoy.