El 'top manta¿

Dos meses de presión policial reducen el número de manteros

ANTONIO BAQUERO / RAFAEL MORALES
BARCELONA

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Jaque a los manteros. La presión de los Mossos d'Esqua- dra y las policías locales ha logrado reducir notablemente este verano la presencia de esos vendedores. El giro de la situación es evidente en El Vendrell y Calafell (Baix Penedès), justo las localidades cuyos alcaldes, impotentes ante la enorme presencia de manteros, acotaron el verano pasado zonas francas para que pudieran vender sus productos, lo que generó una polémica con comerciantes y Generalitat. Ahora, en ambos municipios, como ha constatado este diario, el fenómeno casi ha desaparecido.

En Barcelona, la Guardia Urbana ha desarrollado un operativo específico con 40 agentes. Según el teniente de alcalde de Seguridad, Joaquim Forn, el resultado es positivo: «Se ha logrado un descenso significativo de la presencia de manteros». Prueba de la presión es que las denuncias han subido un 30% (de 1.888 en el verano pasado a 2.455 en este).

EL MENSAJE / «Había que mandar el mensaje de que esta actividad aquí se persigue», dice Forn, quien añade que el dispositivo «debía ser continuado y no solo cuestión de una semana o 10 días» y avanza que durará hasta octubre. Para luchar contra el fenómeno, se han ido cambiando constantemente las rutas de patrulla para adecuarlas a los cambios de horas y localizaciones de los manteros. Estos han optado por ofrecer su mercancía a partir de las 11 de la noche en zonas donde antes iban por la tarde.

En El Vendrell (Baix Penedès), otro de los puntos calientes el año pasado, se ha pasado de 400 manteros el 2010 a «prácticamene cero» este año, según fuentes municipales, debido sobre todo a las patrullas coordinadas de mossos y policías locales. «Se mantendrá la vigilancia», advierte el alcalde, Benet Jané (CiU).

Algo parecido ocurre en la vecina Calafell, donde el alcalde, Joan Olivella (CiU), asegura que «han desaparecido los vendedores ilegales». Olivella dice que la presión policial y la campaña de concienciación contra la venta ilegal están dando «muy buenos resultados».

En Cambrils, cuyo ayuntamiento fue el primero que puso multas a compradores, el cambio también es evidente. Se ha reducido la presencia de manteros en un 50%, con puntas de 150 vendedores. El concejal de Governació, Dani Milan, avisa: «Nos hemos encontrado con una red delictiva consolidada y no es algo que se pueda erradicar en dos o tres años».

Los comerciantes certifican esa mejora. «Todo va muy bien. El número de vendedores ha disminuido notablemente respecto al año pasado, pero todavía quedan algunos puntos conflictivos», explica Sergi Albarrán, coordinador de la campaña de la Confederació de Comerciants de Catalunya (CCC). «La Generalitat se ha puesto las pilas», añade.

EVITAR QUE SE INSTALEN / Los Mossos sostienen que la presión ha dado frutos en el conjunto del territorio. Así, en localidades como Roses (Alt Empordà), donde había presencia masiva de manteros, se han reducido a la mitad. «En el 2011 hubo días en que se contabilizaron hasta 350. Este año, el día que más hay no pasan de 140», cuenta el subinspector Gabriel García, subjefe de la comisaría de Roses.

Las patrullas conjuntas con la policía local han sido claves. «Uno de los pilares es disuadir; evitar que los manteros se coloquen en sus lugares habituales. Así, la presencia permanente de agentes en los puntos donde se acostumbran a poner, la patrulla y la búsqueda de los pisos donde almacenan sus productos nos ha permitido rebajar mucho el fenómeno», comenta García.