Las protestas 2.0

La fiesta del Barça se muda a Arc de Triomf para evitar a los indignados

Una joven corta el pelo a uno de los acampados, ayer, en la plaza de Catalunya.

Una joven corta el pelo a uno de los acampados, ayer, en la plaza de Catalunya.

FIDEL MASREAL / ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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En poco más de una semana, el movimiento de los indignados en la plaza de Catalunya ha planteado ya varios desafíos: primero políticos y ahora logísticos y policiales. En un primer momento forzó a los partidos a cambiar el discurso en el tramo final de la campaña e incluso se desconvocó un mitin final de una formación en la plaza. Después, desafió y se impuso a la Junta Electoral Central, que prohibió en vano la acampada durante la jornada de reflexión y el domingo de votaciones. Y ayer forzó al Ayuntamiento de Barcelona y a la Conselleria d'Interior a cambiar la ubicación de la fiesta de la final de la Champions League que se juega en el estadio de Wembley en Londres. La fiesta que organiza TV-3 se celebrará en el paseo de Lluís Companys, bajo el Arc de Triomf, para evitar el conflicto que supondría instalar la carpa televisiva justo donde hoy duermen los acampados.

Sin embargo, queda el desafío de la celebración en caso de victoria del Barça. Y es que una cosa es que el escenario televisivo se desplace y otra que se evite que miles de culés acudan a Canaletes a celebrar la que sería la cuarta Champions. Por ello, Mossos y acampados buscan, cada uno por su lado, una solución.

Las dificultades se multiplican. Y es que un movimiento asambleario como el de los indignados genera a diario decenas de respuestas a cada una de sus preguntas. Hay de todo: desde personas que plantean negociar con los mossos a otros que tienen auténtica alergia a cualquier contacto con un ente policial. En los foros se planteaban ayer ideas de lo más variopintas: contactar con Josep Guardiola o algún jugador del Barça para que inste a los aficionados a celebrar el título respetando la acampada; montar un servicio de orden propio que acordone la plaza; desplegar pancartas llamando a los culés a que la fiesta conviva con la reivindicación...

Un grupo, minoritario, proponía abandonar la plaza durante unas horas. «Si no hemos abandonado ante la Junta Electoral en la jornada de reflexión, tampoco lo haremos por un partido de fútbol», respondía ayer a título personal Álex, uno de los que más días lleva acampado en la plaza. «¿No dice el Barça que es más que un club, y tiene jugadores concienciados? Pues que llame a respetar la acampada», añadía.

ALTO RIESGO La coincidencia de los acampados con la celebración de los aficionados del Barça en caso de victoria azulgrana sería, como reconocieron fuentes de los Mossos d'Esquadra, «un asunto complicadísimo de resolver». El problema está en que los acampados en la plaza de Catalunya van a estar justo en medio del campo de batalla en caso de que tras la celebración se produzcan disturbios y los mossos tengan que intervenir.

Normalmente, el dispositivo de los mossos se coloca en la parte baja de la Rambla y en la calle de Pelai y, si hay disturbios, la idea es que la carga policial suba desde la Rambla y permita a los aficionados violentos huir hacia arriba, por la Rambla de Catalunya y el paseo de Gràcia. Sin embargo, tanto la ruta de carga policial como la vía de escape pasan justamente por la plaza de Catalunya, es decir, por donde está la acampada de los indignados. Teniendo en cuenta que en la celebración de la última Champions, en el 2009, se congregaron en Canaletas más de 100.000 personas, es muy elevado el riesgo de que hinchas violentos y mossos arrasen con el campamento.