"Me encendía al sentirme humillado por los demás"

Antes de las vejaciones por las que recibió una condena de seis meses ya había protagonizado situaciones de tensión con otras mujeres y en el trabajo. «Mi problema tenía que ver con mi actitud respecto a los demás, me encendía al sentirme humillado, era el miedo a perder el poder». Su idea de la violencia se ceñía a lo físico y la terapia le hizo ver «que las agresiones verbales y psíquicas también hacen daño», Mohamed (cuyo verdadero nombre no es este) asegura que ahora aplica el distanciamiento: «Un día, en el trabajo, me cabreé. Paré la discusión y me fui a tomar un café para desactivar la ira». Admite que en Marruecos, de donde procede, hay una cultura muy machista. «Mi exmujer, cuando venían invitados árabes, no me dejaba cocinar». Para él, la clave del éxito de estos procesos de cambio consiste en «querer sacarle provecho y venir con la mente abierta».

Tras la terapia, se siente rehabilitado y es capaz de hablar en voz alta de lo que antes le avergonzaba. «El alcalde de Valladolid [que aludió despectivamente a la ministra Leire Pajín] también tendría que hacer un cursillo como el mío», afirma.