La génesis de las pandillas

«Asesinos de los asesinos»

A. BAQUERO / D. PLACER / J. G. ALBALAT
BARCELONA / L'HOSPITALET

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Años más tarde, los responsables policiales de Los Ángeles, la ciudad donde en los años 80 nacieron las maras, lo reconocieron:«Cuando aparecieron esas bandas, lo que hicimos fue quitarnos el problema de encima expulsando a sus miembros a sus países de origen. Allí, donde los estados eran mucho más débiles, esos grupos se desarrollaron a sus anchas. Convertidos ya en auténticos monstruos, regresaron a EEUU».

La Mara 13 o Mara Salvatrucha fue creada en los años 80 por inmigrantes salvadoreños residentes en Los Ángeles para protegerse de otras bandas rivales. Años antes se creó la Mara 18. Numerosos miembros de ambos grupos fueron deportados a sus países de origen, sobre todo a El Salvador, Honduras y Guatemala, donde han acabado por convertirse en el principal problema de seguridad. Hoy las maras están integradas por miles de miembros (se calcula que la Salvatrucha la forman 30.000 personas) dedicados al tráfico de drogas, la extorsión y el tráfico de seres humanos. Su filosofía es conocida comola vida loca. En el mundo ultraviolento en que viven, en que la vida no vale nada, los miembros de las maras aprovechan cada día como si fuera el último de su vida lanzándose a una orgía de violencia, drogas y sexo, pues no saben si llegarán vivos a mañana.

«Los mareros somos los asesinos de los asesinos y los violadores de los violadores»,escribió un presuntomareroen un foro de internet, resaltando esa idea de que son más peligrosos que el resto de bandas. Esa filosofía es la que llevó en el 2004 a unos jóvenes –no más de 10– que querían formar una pandilla a tomar el modelo de las maras en un momento en que eran Latin Kings y Ñetas los que marcaban la pauta.

Aunque al principio crecieron poco a poco, en los últimos dos años su crecimiento se ha acelerado. «Se crearon por imitación al modelo centroamericano. Hoy, en algunos entornos ser marero está de moda», dice el subinspector Lluís Paradell, experto en bandas de los Mossos, que siguen muy de cerca tanto a las maras como al resto de bandas juveniles. Esa extrema violencia que usan las maras en sus países de origen obliga a losmareros aparecidos en Catalunya a mostrarse más violentos que los otros grupos. «El aura violenta del grupo original les obliga», dice el subinspector Paradell, que insiste en que «las maras de aquí no están dirigidas desde Centroamérica pero sí influenciadas».

Agresión con sacacorchos

Además, no parece que hayan aterrizado curtidosmareroscentroamericanos. Los grupos se nutren más de adolescentes de familias desestructuradas y en busca de una identidad. Muchos son centroamericanos, pero cada vez hay más autóctonos y magrebís. La presencia de las maras saltó a la luz cuando hace año y medio miembros de la Mara 18 mataron a un dominicano en la discoteca Enjoy Latino. En noviembre, un marero apuñaló a un joven en el pecho con un sacacorchos en Cornellà.