La memoria de Manuela Carmena

Manuela Carmena llegó a alcaldesa convencida de que al abrigo de la ley de memoria histórica de la 'era Zapatero' podía e iba a hacer mucho por Madrid. El paso de las hojas del calendario le ha demostrado que la tarea, por más voluntad que se le ponga, no resulta sencilla. Por la oposición externa que aún genera, pero también por las tensiones que ha provocado la gestión de esta cuestión en el propio equipo que dirige el consistorio.

El máximo exponente del rechazo externo es Esperanza Aguirre y su grupo. "Me parece mal que el PP, cuando ha tenido mayoría absoluta, no haya derogado la ley de memoria histórica, porque creo que la Ley de Amnistía consiguió restañar heridas, tenía un espíritu de concordia, no tenía el espíritu de revanchismo y odio que rezuma esta aplicación que quiere hacer este ayuntamiento", remarcó en julio. En cuanto a los problemas internos, la decisión de Carmena de coger el timón en materia antifranquista el pasado mayo, impulsando la creación de un Comisionado de la Memoria Histórica y apartando de esas labores a la concejala de Cultura Celia Meyer (tras varios errores gruesos y polémicos), sirvió para que algunos de los grupos incluidos en la plataforma Ahora Madrid pusieran el grito en el cielo.

Pero esta tormenta entre aliados parece haber amainado y el trabajo de dicho comisionado, dirigido por la abogada Francisca Sauquillo, ya da sus frutos. Así, el equipo del que también forma parte un catedrático de historia, un sacerdote licenciado en Derecho, una arquitecta, una filósofa y dos escritores ha tomado ya decisiones como depurar el callejero madrileño y retirar 27 placas dedicadas a la dictadura. Se han dejado sin efecto títulos o consideraciones ofrecidas a representantes notables de la época franquista.

El ayuntamiento ha aprobado dejar sin distinciones al general Moscardó, que participó en la sublevación militar; a Arias Navarro, fiscal de consejos de guerra y presidente del Gobierno con Franco o Muñoz Grandes, además de a otras personalidades y doce entidades como la Sección Femenina. Y se ha hecho con los apoyos de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos, que se unieron para superar los votos en contra de los conservadores, quienes tacharon la lista propuesta de "sesgada" y "falta de rigor". "Se sienten falsamente legitimados para repartir carnets entre demócratas y fascistas", alegaron desde el PP.

MILLÁN ASTRAY Y LA LEGIÓN

Pero lo que parece haber levantado más polvareda es el cambio de nombres de casi una treintena de calles. Especial resistencia está encontrando la idea de sustituir la del general Millán Astray por la avenida de la Inteligencia. En septiembre, más de 300 personas se congregaron en la madrileña Plaza Mayor al grito de "¡fuera Carmena!" para defender a Millán Astray, creador de La Legión, y aferrarse a la misma proclama que él profirió contra Miguel de Unamuno hace ya muchas décadas: "¡Muera la inteligencia!"; sí, inteligencia, el vocablo que ahora puede reinar en la que hasta ahora fue su calle. 

La actividad de Sauquillo y sus colaboradores promete continuar. El plan pasa por defender un museo de la memoria en Madrid. Es el próximo capítulo.