Rivera pide a los catalanes repetir el resultado del 27-S

Tal vez una taza de chocolate (servido en vaso de plástico, eso sí) no sea decisiva para orientar un voto desorientado, pero que no se diga que Albert Rivera no lo ha intentado. Apetecía en el frío de la tarde de domingo (noche cerrada ya) y el equipo de campaña del candidato de Ciudadanos a la presidencia del Gobierno ha tenido buen tino organizando la chocolatada en Nou Barris, antiguo bastión del cinturón rojo socialista, pero donde C's se impuso en las pasadas autonómicas. Rivera ha pedido a los vecinos, la mayoría inmigrantes llegados de toda España en los años 60, obreros, trabajadores autónomos y dueños de pequeños negocios, que vuelvan a darle su confianza, como hicieron el 27-S. "Las encuestas empiezan a decir que Ciudadanos puede ganar en Catalunya, ser la primera fuerza por delante de Artur Mas y si todo el mundo va a votar el 20 de diciembre conseguiremos que la distancia con los separatistas sea aún más grande que la que ya hubo en septiembre", ha clamado Rivera.

En un ambiente tan propicio --con aclamaciones de "presidente, presidente" y de "tú sí que puedes"--, Rivera ha apuntado los ejes de su programa educativo: que si sentará en la mesa a todas las fuerzas parlamentarias para lograr un Pacto por la Educación, que si implantará un MIR para prestigiar la profesión docente, que si creará una asignatura de Valores Civiles "para que también los alumnos catalanes estudien la Constitución...". Y su medida estrella: una escuela trilingüe en castellano, en catalán y en inglés, un modelo por el que C's aboga desde hace años, que supone el fin de la exitosa inmersión lingüística y que le acerca peligrosamente a la polémica LOMCE del ya exministro José Ignacio Wert.