Arrimadas: "La resolución es muy grave y es una llamada a la desobediencia a la legalidad"

La líder de Ciutadans lamenta la decisión del Constitucional de no frenar el pleno independentista

Carme Forcadell recibe a Inés Arrimadas. en el Parlament.

Carme Forcadell recibe a Inés Arrimadas. en el Parlament. / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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La Mesa del Parlament convocará este viernes la propuesta de ruptura. Después de que el Tribunal Constitucional cumpliera este jueves el pronóstico, los partidos que habían presentado los recursos tampoco se apartaron del guion previsto en este largo inicio de una legislatura que se atisba, en un sentido u otro, corta. Inés Arrimadas y Miquel Iceta, que junto a Xavier García Albiol recurrieron el miércoles ante el Tribunal Constitucional el pleno independentista, respetan pero lamentan la decisión de los magistrados de permitir la tramitación de la resolución. Ambos le transmitieron a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, su malestar

«Como demócratas, respetamos aunque en este caso no compartamos la decisión. La resolución es muy grave y es una llamada a la desobediencia a la legalidad, algo que sería imposible que se votara en los países democráticos de nuestro entorno», ha sentenciado Arrimadas después de conocer la decisión acordada por el Constitucional. 

SALUDO GÉLIDO

El solo hecho de que se pueda debatir esta propuesta soberanista en el Parlament es, para la líder de la oposición, una grave amenaza al autogobierno y un ataque frontal a las instituciones. «Consideramos que estas actuaciones ponen en peligro al propio Parlament, sus competencias y el autogobierno. No queremos que se tenga que aplicar el artículo 155 de la Constitución y esperamos que no se llegue hasta ahí».

Pese a que la líder parlamentaria de Ciutadans ha destacado que el encuentro con Forcadell (que se enmarca en la ronda de contactos cara al pleno de investidura) fue cordial, la incomodidad entre ambas fue evidente desde el primer instante. Tras el rifirrafe por la junta de portavoces, el saludo entre ambas ha sido, más que frío, gélido. Arrimadas expuso que no votarán a Mas por su «mala gestión», la «vinculación de su partido con casos de corrupción» y por ser «la persona que ha impulsado un debate que ha dividido a los catalanes».

Más afable ha sido el encuentro ante las cámaras entre Forcadell e Iceta, aunque el mensaje del líder del PSC cuando se han cerrado las enormes puertas del despacho de la presidenta del Parlament ha sido el mismo que le había dejado la de Ciutadans: su malestar por la vulneración de los derechos de los parlamentarios en la constitución de la junta sin el PPC, y que no piensan dar su apoyo a la investidura de Artur Mas. «No compartimos el proyecto de Mas y menos cuando quieren cumplir la hoja de ruta del documento presentado», ha recalcado Iceta. El líder socialista ha anunciado que asistirán al pleno del lunes para presentar su «oposición radical y absoluta» al proyecto. Después de tres décadas en política y buen conocedor de las bambalinas, Iceta no se sorprendió ni mucho menos por la decisión del Constitucional de no suspender cautelarmente la propuesta de resolución.

LA ESTRATEGIA SOCIALISTA

«Nuestra previsión ha sido bastante ajustada a la realidad. El Tribunal Constitucional es muy reticente a adoptar medidas cautelares», ha explicado. «Ya dijimos que no queríamos la suspensión del pleno del lunes, porque nos parecía que el TC no estaba en condiciones de acordarla, y lo único que queríamos es reivindicar unos derechos que entendemos que habían sido pisoteados. No pedíamos medidas de tipo cautelar y, por este motivo, tampoco nos extraña la decisión del tribunal».

Iceta confía en que, tras este choque, mejoren las relaciones con la presidenta. «Esperemos que haya buen entendimiento, aunque hayamos empezado con cierto mal pie a la vista de algunas decisiones tomadas, que creemos que no se ajustan a su carácter institucional que deberían tener».