'Efecto Rajoy' contra Syriza

"No creo que haya contagios políticos. Cada país tiene su realidad. En Portugal puede gobernar una ideología y en España otra. Yo estoy en el Consejo Europeo con gobernantes socialistas y del PPE, cada país tiene su propia realidad", afirmó el jueves pasado Mariano Rajoy en Andorra cuando los periodistas le preguntaron si el auge de Syriza en Grecia podía catapultar las expectativas electorales de Podemos en España. Cinco días después, el presidente del Gobierno central se embarcaba en un improvisado viaje al país heleno para exhibir su respaldo al primer ministro Andonis Samarás cara a los comicios del 25 de enero. Lo pactaron, según la Moncloa, cuando ambos líderes coincidieron en la manifestación en repulsa contra el terrorismo celebrada el domingo en París.

El acto central de la visita se celebrará hoy, cuando Rajoy y Samarás mantendrán una reunión tras la que ofrecerán una rueda de prensa en la que permitirán una pregunta por país. Es decir, los medios de comunicación españoles, siguiendo la tradición 'rajoyana' y de las cumbres internacionales, no podrán explayarse; solo dispondrán de una oportunidad en la que, ya acostumbrados, deberán mezclar en el enunciado cuestiones como la relación entre Syriza y Podemos y el anuncio del 'president' Artur Mas previsto para mañana sobre cómo seguir adelante con el proceso soberanista.

LA SALIDA DEL EURO

Samarás opta a la reelección en los comicios del día 25 como candidato de Nueva Democracia, partido hermano del PP que, según las últimas encuestas, se situaría en segunda posición, tras Syriza, a una distancia de entre 2 y 4 puntos de la fuerza de izquierdas liderada por Alexis Tsipras. Los conservadores griegos, con la ayuda de los populares europeos, tratan de voltear los sondeos y se les ha ocurrido invitar a Rajoy para mostrar sus políticas como símbolo de lo que hay que hacer para que la economía se recupere.

Las mismas políticas que han propiciado el auge de Podemos pero que van más en la línea de lo que reclama la cancillera Angela Merkel, cuyo Gobierno llegó a poner en duda la continuidad de Grecia en el euro si ganara Syriza. "Ni Grecia ni ningún otro país va a abandonar nunca el euro, el euro ha venido para quedarse", sostuvo Rajoy en la misma intervención en la que negó "contagios políticos". También entonces se aplicó en elogiar los "esfuerzos" del Ejecutivo de Samarás en una situación "muy difícil" y le deseó "la mejor de las suertes".

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, negó ayer que el líder de su partido viaje a Grecia para contrarrestar a Syriza. Lo hace, dijo Hernando, para "dar un mensaje directo a los ciudadanos griegos de que las reformas dan resultado". Afirmación situada en las antípodas de esta que lanzó Alberto Garzón (IU): "Merkel envía al cobrador del frac a Grecia. Muy mal van las cosas a la derecha griega si Rajoy, el último de la fila, arrima el hombro". También Íñigo Errejón (Podemos) alegó que Rajoy "va a hacer campaña por Merkel", mientras que César Luena (PSOE) calificó la visita de "partidista" y Carlos Martínez (UPD) ironizó con que esperaba que ese viaje "no le salga mal" a Samarás porque Rajoy "no tiene nada que ofrecer".