El PSC y el PSOE aceleran su plan de reforma constitucional

Con el éxito de la movilización del 9-N encima de la mesa, el líder del PSC, Miquel Iceta, le advirtió ayer a su homólogo del PSOE, Pedro Sánchez, que los socialistas debían mover ficha para hacer creíble su alternativa federal. Se lo dijo cara a cara, nada más comenzar una reunión de la ejecutiva del PSC a la que Sánchez asistió a iniciativa propia, en el simbólico día siguiente del sucedáneo de consulta, para exhibir la sintonía entre ambos partidos a favor de una reforma constitucional federal. Una iniciativa que el PSOE está dispuesto a acelerar, aunque se resiste a calendarizar. «La propondremos con o sin Mariano Rajoy», afirmó el secretario general del PSOE en Barcelona.

¿Cuándo? En las próximas semanas. El 28 de julio, en la primera reunión entre el jefe del Gobierno y el líder de la oposición, Rajoy le pidió a Sánchez que aparcara su enfoque territorial hasta después del 9-N. El PSOE ya tenía un conjunto de iniciativas preparadas para registrar en el Congreso, pero el secretario general antepuso su «lealtad» con el Ejecutivo en este conflicto y optó por coordinarse con Rajoy, a la espera de que este aceptara abrir el debate sobre los cambios de la Carta Magna. Pero el PP no ha dado muestras de querer sumarse a esta empresa, así que los socialistas irán en solitario y plantearán en las próximas semanas propuestas parlamentarias concretas.

Será, sobre todo, un gesto político -la ley fundamental no se puede reformar sin el concurso del PP- que el PSOE ya no supedita a unas elecciones plebiscitarias. «Nuestra propuesta no depende en absoluto de Mas. Hemos intentado que Rajoy tomara la iniciativa. Como no ha sido así, vamos a poner nuestras propuestas sobre la mesa. Aún no hemos decidido cuántas», explican fuentes de la dirección del PSOE.

Ante el probable voto en contra del PP, los socialistas también asumen que no se podrá crear una ponencia constitucional como foro para una discusión global. En su lugar, plantearán iniciativas concretas. En paralelo, el PSC tiene en la recámara otro cartucho: hacer llegar el debate al Congreso vía Parlament, a través de una proposición de ley. Los socialistas catalanes registraron esta iniciativa en septiembre, pero la retiraron a última hora porque varios grupos le sugirieron esperar a después del 9-N para plantearla. Esa pieza podría ser objeto de negociación si Mas tantea a Iceta en busca de pactos para agotar la legislatura.

LA ÚNICA PRIORIDAD

La reunión entre Sánchez y la ejecutiva del PSC sirvió para que ambas partes cerrasen filas (una vez más) en torno a su proyecto federal y aparcasen (una vez más) las diferencias en relación al derecho a decidir de Catalunya. Los dos líderes dejaron claro que la reforma constitucional es su única prioridad, hasta el punto de que Iceta evitó recordarle, al ser preguntado por ello, que su partido defiende una consulta legal y acordada solo en Catalunya, que se celebraría caso de que los catalanes rechazasen la nueva Carta Magna.

Respecto a la movilización del domingo, el líder de los socialistas catalanes habló de «éxito», mientras que Sánchez se quedó un paso más atrás y se limitó a mostrar su «respeto» por quienes votaron y por quienes no lo hicieron, «que fueron más».