El 'girafull' en el Palau

JOSEP-MARIA URETA

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Si hay un Millet bueno en el Palau de la Música es Lluís Millet, nieto del fundador del Orfeó Català y músico profesional. Persona amable que se vuelca en describir la profesión del girafull, aquel personaje silente sentado al lado del pianista que sigue atento a la partitura para pasar página en cuanto recibe la señal convenida. Millet, el músico, explica que no es tarea fácil, «porque no puede adelantarse ni retrasarse» y ha de saber que «hay que girar la hoja sin ocultar con el pulgar parte del pentagrama».

De pasar página van las elecciones de hoy en el Orfeó Català, las primeras de acuerdo con los nuevos estatutos. Los dos candidatos, Mariona Carulla y Enric Enrech quieren acabar con la etapa Millet, el expoliador. Y en solo una semana han comprobado lo difícil que va a ser, porque una actuación, calculada o no, del presidente interino, Josep Maria Busquets, ha colado de rondón la campaña electoral del Parlament en las elecciones del Orfeó cuando el juez ha pedido a la entidad (y al resto de acusaciones) que se pronunciara sobre la indagación en relación con la financiación de Convergència Democràtica (CDC). El pianista afectado, simbólicamente CDC, ha hecho el gesto de que la partitura se acaba y pasar página.

Marcar distancias

Esa coincidencia no indica, no obstante, que la lista de Carulla y la de Enrech sean intercambiables. Muchos de los vocales de ambas listas pueden coincidir en la votación del día 28, pero la elección de hoy es distinta. Ambos compiten en demostrar que están lejos de las fechorias urdidas por Millet y Montull, y a la vez señalar al adversario como su continuador. Y como sucede en todas las elecciones de organizaciones de entidades no públicas (Cámara de Comercio, Foment del Treball, Barça...) la lucha la gana quien mejor domina el censo y el reglamento electoral. En este caso, en la campaña de Carulla ha intervenido Jaume Masferrer, que colaboró con Sandro Rosell en su candidatura para el Barça; y en la de Enrech, Ramon Maciá, un clásico en la reelección de Miquel Valls en la Cámara de Comercio.

A Carulla, economista de profesión, le acompañan buena parte de representantes de la sociedad de familias, de mayor peso en la Fundació que en el Orfeó. Apellidos de solera como Marta Maragall (Sala Parés), Joan Oliveras (joyeria Masriera), Joaquim Uriach (laboratorios Uriach) y Carles Sumarroca (Comsa-Emte). Están empresarios de éxito como el fundador de Quadis (automóviles) Joan Manuel Soler o el promotor cultural Emilio Álvarez (sala Àngels del Raval). En la lista reaparece como candidato a vicepresidente Josep Maria Loza, que debió conocer bien a Millet cuando era director general de la antigua Caixa de Catalunya. Es menos conocida su labor de apoyo a oenegés del Raval y tiene buena sintonía con aspirantes a vocal en representación de los cantaires, como Assumpa Terrés.

Enrech es agente comercial (preside el Col·legi) y tiene una empresa de servicios para cátering. Es cantaire desde los 6 años (llegó a conocer a Pau Casals en el monasterio de Cuixà) y su candidatura se ha gestado en el entorno de la Cámara de Comercio, donde Enrech coincide con Macià. Hay gente vinculada a Joan Gaspart, como Roser Vilardaga (también asidua a los conciertos del Palau de la Música) o algunos de los jóvenes que formaron parte del grupo Palau 2000, que iban a ser cantera de futuros directivos, como Joaquim Jubert. O también de Joan Corominas, hijo del que fue presidente durante muchos años del Banc Sabadell, Joan Corominas.

Dos miembros de la lista de Enrech han sido motivo de polémica, por haber tenido relación profesional de distinto grado con Fèlix Millet. Uno es Joan Coll de Càmara, reclutado por Macià y que coincidió con Millet en una fundación asistencial. El otro es el abogado Xavier Martí, contratado por Millet para asuntos laborales con una iguala (mensualidad fija).

Papeletas a domicilio

A los 1.660 socios del Orfeó que esta tarde han de votar les será difícil distinguir los matices de ambas listas. Solo saben que por primera vez en muchos años les han llamado a casa promotores de ambas candidaturas para orientarles en la votación. Hasta hoy han dispuesto de las dos papeletas enviadas a su domicilio por la junta actual, que no ha permitido que se impriman más para evitar fraudes. Las sospechas de ambas candidaturas sobre sus oponentes han circulado con profusión. A Carulla se le cuestiona haber sido muchos años vicepresidenta con Millet sin haber detectado sus engaños. A Enrech, que se haya rodeado de personas que anteriormente han tenido relación con Millet, quien llegó a desmentirla personalmente por teléfono al diario Avui. El girafull ha de esperar.