NUEVO POSICIONAMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN TERRORISTA

ETA pide que mediadores externos verifiquen su alto el fuego indefinido

AITOR UBARRETXENA / San Sebastián

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El pasado 5 de septiembre ETA recurrió a la cadena británica BBC para dar a conocer el que entonces era su último comunicado. La selección del canal no fue intrascendente. La banda, se interpretó entonces, se ha convencido de que solo podrá romper la estrategia de palo sin zanahoria que practica el Ministerio del Interior si una mediación internacional de prestigiosos premios Nobel intercede y logra sentar de nuevo en una misma mesa a los terroristas y al Gobierno. Aquel comunicado de hace dos semanas, sin embargo, fue tan comedido en las propuestas y tan insultante hacia el Gobierno que incluso decepcionó a la izquierda aberzale. ETA da hoy a conocer a través de Gara un nuevo comunicado que, por lo poco que avanzó ayer ese diario vasco, confirma que efectivamente la banda está dispuesta a comprometerse con la llamada Declaración de Bruselas.

«Ante la cerrazón de Francia y España, ETA ha hecho zarpar de nuevo el barco de la oportunidad para la resolución democrática del conflicto. Y ha tomado la primera decisión sin echar el ancla, con disposición de navegar en aguas más profundos». Esta es la frase más larga que Gara quiso ayer anticipar del comunicado de ETA. No aclara mucho. El análisis a fondo del comunicado solo podrá realizarse hoy. Pero en su anticipo, Gara asegura que la organización terrorista «muestra su respeto y agradecimiento a los firmantes de la Declaración de Bruselas, que se presentó el pasado mes de marzo para solicitar a ETA un alto el fuego permanente y verificable, y del Gobierno español una respuesta adecuada».

RECHAZO A CURRIN / Los firmantes de la Declaración de Bruselas, con el surafricano Brian Currin como portavoz oficial, dijeron comprender el pasado mes de marzo, cuando expusieron su iniciativa, las reticencias del Gobierno español visto que ETA había roto ya con anterioridad varias treguas. Por eso, precisamente, entendían que, si ellos personalmente verificaban el alto el fuego, el Ejecutivo central podría dar un nuevo voto de confianza a la banda. A la hora de la verdad, sin embargo, Currin ni siquiera ha conseguido que le reciba ningún alto cargo del Gobierno español. Entre otras razones, tal vez, porque Currin defiende con vehemencia que Batasuna pueda volver a la vida política de inmediato, un paso que bajo ningún concepto se plantea el Gobierno antes de las próximas elecciones municipales. De hecho, aunque a la espera de leer por supuesto el comunicado, fuentes del Gobierno anticiparon la que probablemente sea hoy la respuesta oficial del Ejecutivo: el tiempo de las treguas ya pasó, solo cabe la rendición y entregar las armas.

«LOS COMPROMISOS DE ETA» / En cierto modo -de confirmarse el avance que ayer ofreció Gara- la banda realiza una suerte de pirueta estratégica por la que, al situarse al lado de los mediadores internacionales y al lado de lo que le pide la izquierda aberzale, pretende dar a entender que es el Gobierno español el se queda solo y se niega a negociar. Según otro fragmento del comunicado, entre los pasos a dar para resolver el conflicto vasco están «incluidos los compromisos que debe adoptar ETA». Es un tipo de expresión que brilló por su ausencia en el anterior comunicado de la banda. Tanto es así que, ayer, sin conocer aún la integridad del texto, Aralar no dudó ya en calificarlo como «paso adelante» e invitó a que hoy, como es previsible, no se repita el debate suscitado tras el comunicado del 5 de septiembre, en el que la práctica totalidad de las respuestas oficiales consistieron en dilucidar si el anuncio de alto el fuego era «suficiente o insuficiente».

Poco más añadía Gara ayer en su anticipo. El diario, eso sí, se atrevía a concluir que la lectura del texto que le envió la banda «denota un movimiento unilateral e incondicional por parte de ETA». Ese sería su predisposición a ponerse, en cierto modo, a las órdenes de lo que dicten los mediadores internacionales para «resolver de forma permanente, justa y democrática el secular conflicto» que sufre el País Vasco.