Cuando el PSC tiene razón

El Congreso rechazó ayer la moción socialista (obra del diputado del PSCDaniel Fernández) que constataba el malestar en Catalunya por la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), instaba al Gobierno a desarrollar, a través de todos los mecanismos, el autogobierno y reiteraba «la realidad nacional catalana tal como se expresa en el preámbulo del Estatut». La única moción estatutaria que podía prosperar fue derrotada por unos extraños compañeros de cama: PP, CiU y ERC.

CiU y ERC votaron en contra porque no se recogía expresamente el preámbulo del Estatut, que hizo la unidad del Parlament a propuesta deJosé Montilla.En el fondo se eligió derrotar la moción por intereses electorales. Para levantar acta de que los 25 diputados del PSCobedecen. Pero los 39 diputados catalanistas (PSC, CiU, ERC e ICV) son solo 39. No ganan. Y, guste o no, sin el PSOE no hay mayoría a favor del Estatut.

La brocha gorda es peligrosa. CiU y ERC podrán vapulear al PSC (por ser unanenafrente al PSOE) y competir en ADN soberanista, pero yerran.Josep Antoni Duran Lleida,porque es difícil que el autogobierno (con límites o sin ellos) avance sin pacto entre los dos grandes partidos catalanes. Ya se vio –para bien y para mal– cuando se negoció (mal) el Estatut.Joan Ridao,por tropezar dos veces con la misma piedra: unir los votos independentistas a los del PP, como en el referendo del Estatut. Y CiU no puede tener tanta confianza en su papel de bisagra para creer que un PP reconvertido estaría dispuesto a un nuevo pacto del Majestic que abra la puerta a un autogobierno igual o superior al Estatut.

El PSC ha hecho el canelo al no desmarcarse más del PSOE en varios asuntos y tapar la boca alagitprop contrario. Pero la moción pactada porFernándezera la correcta. Lo de ayer será esgrimido en campaña (quizá con éxito) contra el PSC. Pero el mensaje a España es el malo: que no hay unidad para defender un autogobierno logrado con sudor. No es una forma de hacerse respetar.

El PSOE yZapaterohan cometido errores de bulto. Aparte de que por la boca muere el pez(Alfonso Guerra, José Bono…), nombraron, por borricos, un magistrado contrario al Estatut (que para el PP era el arma atómica contraJosé Luis Rodríguez Zapatero).Y la presidenta del TC,Emilia Casas, admitió la recusación dePablo Pérez Tremps.Pero es el PP quien lo recurrió.

Además, una semiderrota, que puede ser corregida, no se remonta con complejo de 1714: cantando derrota, votando contra restituir el Estatut y con fantasías soberanistas. Lo más extraño es que el calentón se limita al Estatut. CiU, por ejemplo, actuó responsablemente en la votación del techo presupuestario. ¿Por quéDuranes menos pragmático queJoan Herrerasobre el Estatut?