PRESIDENTE DE LA GENERALITAT

MONTILLA: «El pacto estatutario ha quedado tocado»

El 'president' quiere buscar fórmulas para «recuperar aquello que el pueblo votó»

«El pacto estatutario ha quedado tocado»_MEDIA_1

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DAVID MIRÓ
BARCELONA

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El presidente catalán, José Montilla, asume que la sentencia es un mal trago pero estima que no hay motivos para echarse al monte, sino para todo lo contrario. «Quiero rehacer el pacto estatutario y reforzar el pacto constitucional, no romperlo. Esta es la reacción posible, ambiciosa y consecuente con lo que votaron los ciudadanos». Así se expresó Montilla en su comparecencia tras un Consell de Govern ordinario que se dedicó en su mayor parte a analizar el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.

A grandes rasgos, el presidente repitió los argumentos de su discurso del lunes y evitó la crítica tanto al Gobierno español como a los dirigentes del PSOE por su tibia respuesta al fallo. Incluso los justificó. «La reacción del Gobierno español responde a una lógica y la del catalán, a otra», sentenció.

MECANISMOS / El mandatario reconoció que, aun cuando falta analizar el alcance definitivo de la sentencia y sus consecuencias prácticas, «el pacto estatutario ha quedado tocado», y, por tanto, hay que poner en marcha los mecanismos para «recuperar aquello que el pueblo votó», por la vía que sea posible en cada momento. En ese sentido anunció que pedirá una entrevista con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero para buscar vías que permitan alcanzar los objetivos fijados en el Estatut.

Pero antes de poner en marcha este famoso plan B, hay que dejar claro a Madrid que la cosa va en serio. De ahí la importancia de la unidad política y de la respuesta ciudadana, aunque reconoció que el momento político, con las elecciones a la vuelta de la esquina, no es el más propicio. Aun así, pidió «altura de miras» y confirmó su participación en la manifestación de repulsa a la sentencia del 10 de julio, «detrás de la senyera, que es el símbolo que nos une».

Con tono severo, pero sin dejarse arrastrar hacia el derrotismo, Montilla puso especial énfasis en subrayar que, tal como ha quedado, y a falta de conocer los fundamentos jurídicos, «el Estatut conserva un gran potencial de desarrollo del autogobierno», aunque no renuncia «a aplicarlo en su plenitud». E hizo buenos los argumentos del PSOE al recordar que «el tribunal ha quitado la razón más de un centenar de veces al PP», un partido que, según recordó, ha intentado hundir el Estatut antes y después de su aprobación. «El PP ha fracasado en su intento», remachó.

ESPÍRITU DEL 78 / Pero, ¿qué significa rehacer el pacto estatutario y reforzar el pacto constitucional? Montilla lo repitió varias veces; no era, pues, ninguna improvisación. La primera parte está claro que consiste en obtener por otras vías legales aquello que el tribunal ha declarado inconstitucional. Pero lo segundo es más complicado. Significa retornar al espíritu abierto e inclusivo que en 1978 permitió el consenso constitucional, una época en que, según explicó, «la derecha tenía menos peso y estaba más acomplejada». No se trataría, pues, de promover una reforma, sino más bien de posibilitar una relectura más generosa en el terreno territorial de la que se ha plasmado en la sentencia.

El president intentará que el PSOE se sume a su batalla para impedir que se imponga una visión restrictiva de la Constitución, aunque no esté sobrado de apoyos. «Ayer quizá no fue un buen día para los federalistas, pero fue un día peor para los defensores de la España monolítica, a los que incluso les molestan las autonomías», avisó. Montilla cree que la sentencia es una escaramuza en una guerra más amplia que, de momento, van ganando los suyos, pero donde los enemigos han avanzado posiciones de manera peligrosa en los últimos años. En el Tribunal Constitucional, por ejemplo.