Dos miradas

Lazo amarillo

Dejemos de insultar a los que sí sufren una dictadura. Ya está bien de frivolidad

Lazos amarillos que reivindican la libertad de los presos encarcelado por el 'procés'

Lazos amarillos que reivindican la libertad de los presos encarcelado por el 'procés' / periodico

EMMA RIVEROLA

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¿Qué es democracia?, te pregunto a ti, político del lazo amarillo, que sitúas en el franquismo a todos los que no aceptamos vuestra DUI de humo de colores. Y tú me respondes: democracia soy yo. Yo y todas las mentiras acumuladas. Las estructuras de estado que solo eran castillos de arena. Las palabras inflamadas que resultaron huecas. Las promesas de amor de una Europa a la que ahora llamas cobarde. Aseguras que las empresas se fueron (y se van) por presión del Estado, cuando sabes que el capital es cobarde. Que el número de parados está creciendo por encima del resto de España. Que en los círculos empresariales se huele el miedo. Un miedo que nunca, nunca, beneficia a los asalariados.

Ahí seguís, con los lazos amarillos prendidos en las solapas. Denunciando que vuestros líderes son presos políticos, cuando hasta Amnistía Internacional y la asociación de ex-presos de la dictadura lo niegan. Pero necesitáis ese lazo para envolver la mentira de que vivimos en el franquismo. Para arrogaros la propiedad de la democracia.

Si dejárais de insultarnos, veríais que somos mayoría los que aún nos duelen los golpes del 1-O. También la cerrazón del PP. Y ese 155 que pudisteis detener. Y sí, también los presos. Y esta justicia que apesta a política. Y esta política cobarde y corrupta. Y esta democracia que huele a pantano. Pero, democracia al fin y al cabo. Dejemos de insultar a los que sí sufren una dictadura. Ya está bien de frivolidad.