En clave Europea

Desigualdad y precariedad en la UE

Mariano Rajoy y Charles Michel en Gotemburgo

Mariano Rajoy y Charles Michel en Gotemburgo / periodico

Eliseo Oliveras

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La recuperación económica de la Unión Europea (UE) se apoya en la desigualdad, la precariedad y el empobrecimiento de un porcentaje creciente de la población. El denominado Pilar Social de la UE, que los líderes europeos han adoptado este viernes en la cumbre de Gotemburgo, intenta recuperar el respaldo perdido ciudadano al proyecto europeo y a los Gobiernos nacionales a causa del retroceso social y del reparto cada vez más desigual de la riqueza.

El Pilar Social Europeo, no obstante, es una mera declaración política sobre 20 principios genéricos sobre igualdad de oportunidades, protección social y condiciones laborales, sin carácter vinculante y donde cabe casi cualquier política. Esta nueva promesa de justicia social choca en la práctica con las políticas de austeridad, ajustes, reformas y recorte de derechos laborales que adoptan la Comisión Europea y el Consejo de Ministros de Economía de la UE.

La OCDE, en su informe 'Comprendiendo la división socioeconómica en Europa del 2017', señala que "la desigualdad socioeconómica ha crecido en Europa a lo largo de las pasadas décadas y se ha intensificado desde de la crisis financiera". "La desigualdad en los ingresos se ha situado a niveles récord" incluso en los países más igualitarios y "el crecimiento económico entrega sus beneficios predominantemente a los más acomodados", añade el informe.

Desigualdad

En 1980, los ingresos del 10% más rico eran 7 veces superiores al 10% más pobre; ahora son 9,5 veces más altos, precisa la OCDE. El 10% más acomodado acapara el 25% de los ingresos y posee de media la mitad de la riqueza nacional, mientras que el 40% más pobre sólo posee el 3% de la riqueza. La mayor concentración de riqueza se produce en Austria, Holanda y Alemania, mientras que la mayor desigualdad en los ingresos se da en Gran Bretaña y los países bálticos, precisa la OCDE. El informe 'Finanzas de los Hogares' del Banco Central Europeo de diciembre del 2016 detalla que el 10% más rico posee el 51,2% de la riqueza neta total de la eurozona.

La actual recuperación económica "no ha revertido esa tendencia hacia una creciente desigualdad", por lo que "el ensanchamiento de la brecha amenaza la estabilidad social y política" de los países europeos, subraya la OCDE. Los votos de protesta a favor de fuerzas políticas alternativas (populistas, izquierda o extrema derecha) en las sucesivas elecciones muestra que esa desestabilización ya se está produciendo.

Pese a que la tasa de paro está bajando en la UE, aún no se ha recuperado el nivel del 2007 previo a la crisis, salvo en Alemania. Y disponer de un empleo ya no garantiza escapar a la pobreza. El porcentaje de personas con empleo cuyos ingresos son inferiores al umbral de pobreza se situó en el 2016 en el 13,1% en España, el 11,4% en Italia, el 9,5% en Alemania y 7,9% en Francia, según Eurostat. El 23,5% de la población de la UE se encuentra en riesgo de pobreza (29,9% en Italia y 27,9% en España). Las cifras también son elevadas en Alemania (19,7%), Francia (18,2%) y la igualitaria Suecia (18,3%).

Precariedad laboral

Las sucesivas reformas económicas y laborales han disparado la precariedad laboral. El 19,6% de los ocupados sólo tiene un empleo a tiempo parcial en la UE, llegando el porcentaje al 26,7% en Alemania entre los grandes países, según Eurostat. El empleo temporal ya afecta al 12% de los empleados de la UE y llega al 21,8% en España. La inmensa mayoría de los nuevos contratos que se han formalizado en la UE desde el inicio de la crisis son precarios (temporales, a tiempo parcial, interinos), indica el informe 'Benchmarking Working Europe 2017'. En España, por ejemplo, la duración del 26,1% de los contratos formalizados en octubre no superaba la semana, el 36,4% no superaba el mes y sólo el 9,9% eran para empleos fijos, según el Servicio Público de Empleo Estatal.

El corolario de la precariedad ha sido el estancamiento o retroceso de los salarios reales (descontada la inflación) en la mayoría de los países europeos. La OCDE estima que los salarios reales son el 20-25% inferiores al nivel que les habría correspondido si no se hubiera interrumpido su tendencia del periodo 2000-2007. El FMI también alertó en sus 'Perspectivas de la Economía Mundial' de octubre sobre el estancamiento y debilidad de los salarios, que agrava la desigualdad y limita el crecimiento económico. La revista 'Forbes' señalaba en un artículo en agosto que los salarios medios de las grandes urbes chinas ya están alcanzando o incluso superando los sueldos de varios países de la UE, como Croacia y los bálticos. Hasta el World Economic Forum acaba de propugnar un "nuevo contrato social" para restaurar la legitimidad del capitalismo, muy debilitada por la desigualdad e injusticia social.