¿Descontaminar?

Ante la inminencia del 155, este agujero negro que no sabemos qué profundidad tiene y qué tipo de energía acumula, hay quienes juegan a hacer de físicos para establecer antes de tiempo las características de una concentración de materia tan densa y con tanta fuerza de gravedad que anula cualquier posibilidad de escapatoria. Albiol es el físico más atrevido de todos, si bien hay otros que también han hecho su particular previsión catastrófica y catastrofista. Albiol ha advertido que no se trata solo de convocar unas elecciones sino de evitar que, en estos hipotéticas elecciones controladas, pueda haber programas electorales que defiendan la independencia, es decir, que vayan en contra del orden constitucional. ¡Pero si es la base de la democracia, señor Albiol! Garantizar el derecho a que se presenten ideas políticas contrarias al orden establecido es la esencia misma del sistema. Prohibir este derecho es pervertir la propia Constitución que tanto defiende. Además, ha dicho que el 155 debe servir para «descontaminar» la Generalitat. Es una expresión fatal, que suena a campos de reeducación. ¡Buf! Menos mal que no ha dicho «desinfectar».

Se impone el discurso del agujero negro. Habrá que volver a los físicos de verdad, como Stephen Hawking. Hace un par de años, cambió su perspectiva. Dijo: «No son las prisiones eternas que siempre se ha dicho que eran. Si tienes la sensación de que estás en un agujero negro, no te rindas. Hay una salida».