Opinión | editorial

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El duopolio de la Liga

 La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales.

La Liga de fútbol 2010-11 alza esta tarde el telón con las mismas características de los últimos años, agudizadas si cabe, y de entrada todo presagia que la lucha por el título será otra vez un duelo entre el Barça y el Madrid. Ni el Sevilla, ni el Valencia ni ningún otro club parecen en condiciones de inquietar la hegemonía de esos dos colosos del fútbol español y mundial, aunque las competiciones deportivas no son una ciencia exacta y dejan margen para la sorpresa, lo que constituye uno de sus grandes atractivos.

En ese duopolio que parece instalado irremisiblemente en la Liga, el Barça parte de nuevo con la ventaja teórica que le da no solo ser el campeón, sino mantener prácticamente el mismo equipo -caso Ibrahimovic al margen- y, sobre todo, la misma idea del fútbol, encarnada por un Pep Guardiola que sintetiza a la perfección el ADN culé. Enfrente, todo lo contrario: un Madrid que de nuevo ha cambiado de entrenador y se ha encomendado a un José Mourinho que, fanfarronería aparte, tiene acreditada suficiente capacidad profesional.

El fútbol es para muchos españoles una apasionante distracción, y en estos momentos, además, un lenitivo emocional de los rigores de la crisis. Pero tampoco es ajeno al deterioro de la economía, que ha agravado un problema que tarde o temprano los clubs y las autoridades deberán afrontar: la deuda del fútbol español supera los 4.000 millones de euros, y los ingresos por los derechos televisivos han tocado techo. Una situación insostenible a medio plazo si la Liga quiere seguir siendo la mejor del mundo.