CRÍTICA DE CINE

'Amityville: El despertar', una saga maldita

Al final, lo más inquietante de la película es la presencia del nombre Weinstein en sus títulos de crédito.

Nando Salvà

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Aunque visualmente menos tosca que la sucesión de producciones con la palabra "Amityville" en su título estrenadas directamente en DVD en los últimos años, la 18ª entrega de esta saga interminable quizá supere a todas sus predecesoras en capacidad para aburrir. Los sustos que ofrece son todos mediocres, sus coqueteos con el tipo de ironía metatextual popularizada por 'Scream' son neutralizados por su nada irónico reciclaje de clichés del género, y la mayor parte de su metraje es dedicada a las tediosas tensiones entre una madre y una hija. Aspira a ser cine de terror de combustión lenta pero en ningún momento empieza a prender. Al final, lo más inquietante de la película es la presencia del nombre Weinstein en sus títulos de crédito.