la presencia de la literatura catalana en el mundo

Las traducciones del catalán aguantan el tipo

El Institut Ramon Llull mantiene la política de subvenciones

ERNEST ALÓS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mil libros escritos en catalán han sido traducidos a otras lenguas, en todo el mundo, en 10 años. La línea de subvenciones del Institut Ramon Llull se mantiene estable entre los 250.000 y los 300.000 euros al año. Se ha captado el interés de editoriales internacionales de primera fila con libros comerciales, novelas de peso y clásicos recuperados. Se ha conseguido introducir una decena de títulos al año en el muy refractario mercado de lengua inglesa. Pero, al mismo tiempo, en el 2012 hubo una reducción de las traducciones publicadas (102, el 25% menos que en los tres años anteriores) y la dependencia de las subvenciones crece (prácticamente todas las editoriales acuden a la ventanilla de las ayudas, cuando hace seis años un tercio de las traducciones iban íntegramente a cuenta de ellas). ¿Vaso medio lleno o medio vacío? «La proyección internacional de la literatura catalana vive uno de los momentos más dulces de su historia», considera Vicenç Villatoro, director del Institut Ramon Llull (IRL).

Y es que estos resultados, sin el temido bache tras el cenit que supuso la feria de Fráncfort en el 2007, se han conseguido mientras las administraciones públicas rebañan sus recursos y las editoriales (en todo el mundo) restringen sus programaciones, especialmente en traducciones.

MÁS CONCENTRADAS / En la presentación del balance anual (reconvertido este año en balance de una década para disimular el bache del 2012), el director adjunto del Llull, Àlex Susanna, destacó que incluso este dato tiene su lectura positiva: «El IRL se ha concentrado en conseguir traducciones de obras relevantes». Desde clásicos (y eso solo en los años 2012 y 2013) como Pla y Sales, en inglés o francés, o la nueva traducción al inglés de La plaça del diamant a novelas recientes que entran por la puerta grande en los grandes mercados lingüísticos y que suponen una inversión mucho más alta que, por ejemplo, un breve poemario o texto teatral, como los últimos éxitos de Jaume Cabré y Jordi Puntí. La presencia en ferias internacionales se mantendrá, añadió Villatoro, con Gotemburgo en el 2014 y la mayor feria internacional del libro infantil, la de Bolonia, en el 2015, 2006 o 2017.