entrevista con el Dibujante

Charlie Adlard: «El éxito se reduce a una cuestión de suerte»

Ha dibujado 79 números de 'Los muertos vivientes' (Planeta DeAgostini), un 'best-seller' nominado a mejor obra extranjera.

«El éxito se reduce a  una cuestión de suerte»_MEDIA_1

«El éxito se reduce a una cuestión de suerte»_MEDIA_1

ANNA ABELLA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

-¿Cuál es la clave del éxito de la serie de cómic?

-El éxito se reduce a una cuestión de suerte. No quiero quitar valor a la serie pero existen cientos de cómics en el mercado tan buenos como el nuestro. ¿Por qué unos tienen éxito y otros no? Podría decir que porque los guiones son buenísimos o por el excelente dibujo [sonríe irónico] pero a la hora de la verdad el éxito es aleatorio. ProbablementeLos muertos vivientes ha tenido éxito por el tipo de personajes, los temas, porque refleja el espíritu de su tiempo, unos sentimientos que están presentes en la sociedad, o quizá sea pura suerte y nos hayamos subido al carro adecuado en el momento adecuado.

-Más que una serie de terror, es una historia de supervivientes.

-Sí. Son gente desesperada en una situación extrema que afronta las consecuencias de sus actos y decisiones. Se parece más aPerdidosque a una serie de terror. En las dos un grupo de personas tratan de sobrevivir a un acontecimiento dramático. EnPerdidos, en una isla desierta, y enLos muertos vivientes,al apocalipsis zombi. ¿Qué se hace en ese proceso de supervivencia para no perder la humanidad, para no perder lo que les hace humanos? Los zombis son unmacguffin, una herramienta cuya única función es hacer que los personajes lleguen de A a B.

-¿La inhumanidad de los zombis hace más humanos a los humanos?

-Los zombis son lo más fácil de dibujar porque son aburridos, no tienen un gran registro de expresiones, solo tienen una emoción, alimentarse. Puedo inventármelos sobre la marcha respetando solo este parámetro. Los seres humanos son mucho más interesantes, tienen chicha, y tiene que ser así porque sino yo no habría sido capaz de aguantar los 79 números que llevo de la serie.

-¿Ha puesto a algún zombi la cara de alguien que no le cae bien?

-Ja, ja. No, pero sí alguna gente me ha pedido que la transforme en zombi. Y les ha encantado el resultado. ¡Allá ellos! No entiendo cómo se reconocen, los zombis tienen los ojos hundidos, no tienen labios… Y dicen '¡se me parece mucho!'.

-¿Han sumado lectores con el éxito de la adaptación televisiva?

-Eso espero. En Estados Unidos vendemos al mes unos 50.000 ejemplares. El capítulo piloto deThe walking deadtuvo una audiencia de 5 millones de personas. De estas cifras me interesa ver que tenemos un público potencial de 4.950.000 personas y aunque solo el 1% o 2% de ellas se interesen por el cómic habremos duplicado las ventas. Un lector nos escribió que supo del cómic tras verla y se leyó 80 números en tres días.

-¿Hay zombis en la vida real?

-¡Ah! Sí, el domingo yo seré uno, porque estaré agotado. Antes del estreno televisivo iba a un salón de cómic a firmar y tenía tiempo de pasear, ver exposiciones, comprar cómics... Ahora ya no. Este enero, en Angulema fue una auténtica locura, en cuatro días solo tuve dos horas libres.

-Pasará por el taller de maquillaje zombi. Una vez ya lo hizo.

-En un rodaje de la serie. Primero fue emocionante pero luego me aburría. Sentía que estorbaba así que decidí hacer algo útil: salir de zombi. Me maquillaron durante horas y media pero ni siquiera se me ve. No sé si hice tan mal de zombi que decidieron cortarme en la sala de montaje. [Y enseña travieso las fotos de su móvil que atestiguan el resultado].

-¿Dónde está más a gusto, con el cómic estadounidense o el europeo?

-Son industrias muy diferentes.Los muertos vivientesse adapta muy bien a mi forma de trabajar, y aunque Robert (Kirkman, el creador) no lo reconocería jamás creo que tiene un punto europeo porque no es una serie de superhéroes. Se acerca más a la sensibilidad europea, que presta más atención a la atmósfera y el tono de la historia que a la acción pura y dura. Teniendo éxito con una serie propia no me interesa trabajar en una de superhéroes de otros en Estados Unidos. Me identifico más con el modelo europeo, donde casi todos los autores son dueños de sus personajes, y me encantaría acabar mi carrera en el mercado francobelga.