Se busca nuevo miembro en la familia

La propuesta es recoger a los niños del colegio, cuidar de ellos, bañarlos, darles de cenar y acostarlos. A cambio, Carla V. cede una de las tres habitaciones de su piso de Sabadell, con derecho a comida y todos los gastos cubiertos. Podría parecer que busca una canguro para sus dos hijos, de 3 y 11 años, pero aclara que la oferta es más ambiciosa. «Buscaba a una persona que se integre del todo, que sea un miembro más de la familia», aduce.

Habla en pasado porque cree haber dado con la candidata ideal. Hace dos días que dio la buena noticia a Montse, que a sus 50 años llevaba dos sin empleo. Puede estar contenta por la oportunidad, sobre todo por el «aluvión de respuestas» que recibió Carla. «Solo ella confirmó en persona la sensación que transmitió por e-mail y teléfono», relata esta profesional de la coctelería.

Las necesidades le han llevado adoptar una solución «imaginativa» a sus limitaciones. Un imponderable es el tiempo: «Trabajo de seis de la tarde hasta las tres de la mañana». La otra traba es económica, al pasar de cobrar 3.500 euros hace unos años a conformarse con 1.200. Todo ello con un coste de 500 euros de alquiler y de que todo es mucho más caro en Sabadell que en Tarragona, donde vivía antes de desplazarse al Vallès. «Me decidí por esta opción tras comprobar que las dos canguros que tenía que contratar se llevaban el 60% de mi sueldo», argumenta.

En solo dos días, Carla ha comprobado que los niños «están encantados con Montse» y está segura de haber acertado. Cree que es la persona «con la cabeza bien amueblada, honesta , sana y tranquila» que buscaba y espera que sea parte de la familia durante «mucho tiempo».