La Generalitat mantiene la prealerta por nieve, viento y lluvia en el Pirineo

Protecció Civil de la Generalitat mantiene activadas las prealertas de los planes de emergencia por nieve (Neucat), viento (Procicat) y lluvia (Inuncat) en el Pirineo, y la alerta del Allaucat por riesgo máximo de aludes en el norte del Pallars Sobirà y riesgo fuerte en Aran, aunque prevé que el episodio de nieve remita respecto a este miércoles.

Según ha informado la Direcció General de Protecció Civil en un comunicado, recomiendan que, ante el peligro de que se produzcan aludes en estas zonas del Pirineo, no se practiquen deportes de alta montaña fuera de la zonas controladas por las estaciones de esquí.

La tendencia es que siga nevando pero con menos intensidad y en cotas más altas, a partir de los 1.600 metros, aunque en comarcas como la Val d'Aran, Alta Ribagorça y Pallars Sobirà se reactivará la noche de este jueves y el viernes.

Por eso, Protecció Civil pide mantener la precaución en los desplazamientos a la zona y llevar el vehículo equipado para la nieve con cadenas, móvil con batería, una pala, ropa de abrigo, agua y alimentos calóricos.

VÍAS AFECTADAS POR NIEVE

Según el Servei Català de Trànsit (SCT), siguen restringidas la carretera BV-4024 entre Guardiola de Berguedà y Coll de Pal; la BV-4031 en Castellar de N'Hug, y la C-28 entre la Peülla y Casa Sastrada, y esta vía está cortada entre Baqueira y La Peülla por riesgo de aludes.

Es obligatorio el uso de cadenas en la C-142b hacia el Pla de Beret y está restringido el paso de camiones por la N-141 entre Bossòst y Francia.

VIENTO Y LLUVIA

Se prevé que el viento, que ha ido amainando este jueves, se reactive esta madrugada y el viernes, afectando el Pirineo y Prepirineu, Alt Empordà (Girona) y el interior de Tarragona y Terres de l'Ebre, por lo que piden prudencia en las actividades de montaña ante el riesgo de fuertes rachas en cotas elevadas.

La prealerta del Inuncat sigue activada por la acumulación de lluvia en las comarcas del Alt Pirineu, y por el incremento del caudal de los ríos de la cuenca del Ebro, sobre todo en la zona de montaña, ya que a la lluvia hay que sumarle el agua del deshielo, por lo que se recomienda prudencia en el entorno de los cauces.