Un año del vendaval

El Vallés continúa cerrando heridas del vendaval un año después

En Terrassa se han creado bibliotecas en los árboles caídos por el vendaval del 9 de diciembre de 2014.

En Terrassa se han creado bibliotecas en los árboles caídos por el vendaval del 9 de diciembre de 2014. / periodico

L.M. / ACN / TERRASSA

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El 9 de diciembre de 2014 Catalunya vivió uno de los peores episodios de viento de su historia. El Vallés fue una de las zonas más afectadasárboles caídos impidiendo la circulación por calles y caminos, muros, semáforos y señales en el suelocubiertas de pabellones voladas, bosques y zonas naturales completamente devastadas, y dos muertes en Terrassa fueron el resultado de este episodio meteorológico.

Un año después el Vallés continúa recuperándose del vendaval y sus efectos son todavía visibles, especialmente en las zonas boscosas donde siguen trabajando las máquinas retirando los casi medio millón de árboles caídos.

En el Vallés Occidental se ha conseguido limpiar el 70% de las hectáreas afectadas, pero los trabajos no finalizarán antes de la campaña de verano de 2016.

TERRASSA, LA MÁS AFECTADA

Terrassa fue una de las ciudades más afectadas por el vendaval y donde, además, se tuvieron que lamentar dos víctimas mortales por la caída de un muro. El teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad en el Ayuntamiento, Marc Armengol, explica que un año después la ciudad ha recuperado casi la normalidad y ya solo quedan por retirar algunas cepas de la trama urbana y acabar los trabajos de limpieza de las zonas naturales.

El Ayuntamiento de Terrassa estudia la posibilidad de replantar árboles en la parte urbana de la ciudad, aunque seguramente apostará por la regeneración natural en el anillo verde. Reconoce que hasta ahora no se han podido cumplir los calendarios de limpieza previstos, principalmente por las condiciones meteorológicas, ya que, por ejemplo, la ola de calor de julio obligó a parar los trabajos. No obstante, asegura que “se está trabajando y ya está en la fase final”.

Armengol recuerda que el paisaje “daba miedo” días después del vendaval, pero cree que a la larga el bosque puede salir ganando ya que cogerán fuerza especies como la encina, que ahora vivían escondidas por la preponderancia del pino blanco.

En cuanto al muro que cayó provocando la muerte de dos personas, la empresa todavía no lo ha restituido porque el tema está en manos de la justicia. Armengol explica que lo que hizo la empresa fue construir una nueva valla que permitiera el paso del aire en toda la zona no afectada por la tragedia.

EL BOSQUE DE CAN DÉU DE SABADELL, ARRASADO

Sabadell también quedó muy afectada por el episodio de viento. Una de las zonas que más sufrió las consecuencias fue el bosque de Can Déu, que quedó prácticamente arrasado. El Ayuntamiento calificó de “dramática” la situación en la que quedó, con cerca de 288.00 árboles caídos en el rodal. Por su parte, la Fundació Antiga Caixa Sabadell 1859, propietaria de Can Déu, anuncia un plan para recuperar esta zona que se alargará hasta 2017.

En este contexto, Sabadell ha destinado más de 580.000 euros de una subvención de la Diputación a realizar tareas forestales y rehabilitar plazas y espacios verdes que sufrieron el efecto del vendaval. Hasta ahora, se han retirado más de 1.378 toneladas de madera y biomasa de bosques públicos.

Además de los trabajos realizados por las empresas licitadas, once personas en paro trabajan en los bosques de titularidad municipal afectados. Estas personas participan en un Plan de Empleo Forestal que está llevando a cabo tareas de apoyo y trabajan en lugares no incluidos en la licitación de la Asociación de Propietarios Forestales de Sabadell.

El concejal de Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Sabadell, Juan Berlanga, destacó que "la masa forestal afectada es muy grande, además de la percibida inicialmente. Se ha hecho ya mucho trabajo, aunque todavía quedan tareas por hacer y se han tenido que alargar los plazos inicialmente previstos, por lo que los trabajos continuarán hasta que se acabe".

También ha recordado que "se mantiene el bando de prohibición de acceso al rodal, para que las empresas todavía están trabajando y la seguridad no está garantizada a los usuarios del bosque. Los expertos comentan que los bosques se irán regenerando progresivamente. El impacto del vendaval fue significativo, pero la naturaleza con el tiempo se recuperará".

TRABAJOS INTENSOS EN TODOS LOS MUNICIPIOS

En Castellar del Vallès son varias las empresas que trabajan en el bosque retirando árboles caídos y apilando troncos que se destinarán a palets o se triturarán, o ramas para biomasa en alguna de las 500 hectáreas que quedaron afectadas por el vendaval.

Por su parte, la Ametlla del Vallès. Tardó dos días en tener abiertos al tráfico las 60 calles que habían quedado cortadas el 9 de diciembre de 2014 por la caída de árboles. La limpieza total del pueblo duró unos 10 días con “seis brigadas trabajando y muchos voluntarios”, señala el alcalde del municipio, Andreu Gonzàlez. El coste total de la limpieza y los desperfectos fue de 200.000 euros.

FALTA DE AYUDAS Y CREACIÓN DE PROTOCOLOS

El presidente del Consell Comarcal del Vallès Occidental, Ignasi Giménez, asegura haberse sentido “más desatendidos” por parte de la Generalitat que no por otras administraciones como la Diputación  de Barcelona, de quien destaca no solo la aportación económica, sino también el asesoramiento.

Después de la experiencia vivida con este vendaval, el Consell Comarcal trabaja en la elaboración de un protocolo que permita a todos los municipios coordinarse delante de episodios y catástrofes como esta.

“Nos encontramos con la tesitura que se iban tomando decisiones de manera muy especial para cada municipio, no había canales ni flujos de comunicación para tomar decisiones de manera coordinada”, recuerda Giménez. Por eso, se trabaja en un protocolo que permita “saber qué decisiones se deben tomar en todo momento” y hacerlo conjuntamente.

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