El ruiseñor contraataca

En ningún texto, estudio o tratado sobre ornitología existe ningún apunte o referencia acerca de que el ruiseñor sea un pájaro peligroso o agresivo. Todo lo contrario. Es un ser inofensivo. Es verdad que es una criatura arisca, que suele cantar al declinar el día, cuando la noche apunta. Pero su melodía no es negra, ni lúgubre, sino uno de los cantos de sonoridad más extraordinaria, solo comparable al canario flauta y al jilguero. O sea que elAl Banoque hemos visto esta semana en elDeluxe(T-5) ya no es aquel ruiseñor que trinaba con remilgada delicadeza aquello deLa MañanaoFelicità. Lo que hemos visto ha sido una tremenda mutación de paseriforme a depredador, protagonizando un fiero, ácido y pavoroso recital -nada melódico, por cierto- contra su exRomina Power. Han sido tres horas seguidas de vómito, pespunteando y contestando el vómito que a su vez evacuóRomina contra él, hace una semana, en este mismo programa. El contraataque deAl Banose basó principalmente en la acusación de que su ex es una drogadictamarijuanera(«y puede que algo más») y que inculcó el consumo de substancias a sus hijos, siguiendo el ejemplo de la gran«maestra de la droga», o sea, su suegra, la madre deRomina, la actrizLinda Christian, recientemente fallecida. No obstante, cuandoAl Banollevaba ya más de dos horas volcando miserias y putrefactos residuos, tuvo un instante, un plus, un último golpe terrible. Fue cuando lanzó:«Lo que voy a decir ahora es muy grave. Año 1988, Milazzo, Sicilia. Ylenia llega con su novio. El fidanzato de Ylenia se baña en el mar. Romina se zumbulle con él. Y ocurre...». ¡Ah! ese golpe fue letal. No solo por acusar aRomina de haber mantenido relaciones con el prometido de su hija, sino por la consecuencia que se dedujo y que quedó flotando en el plató: que la desaparición deYleniapodría tener esa canallada como origen.

Llegados a este punto cabe una reflexión estrictamente televisiva. Estas sucesivas apariciones en T-5 deRomina, deAl Bano, de su hijoYari (el sábado enLa noria) no son esta vez fruto de la habitual perversión de una cadena que usa y exprime a indefensas criaturas -y a sus familiares-, esa frágil y desprotegida tipología que la cadena recolecta en las canteras de susrelity shows. Esta vez son pájaros que nada tienen de frágiles o desprotegidos. Son enormes. Potentes. Bien instalados. O sea, son ellos los que usan la tele para mercadear con sufelicità corrompida.