El prodigioso Duran Lleida

En vista de que al estimable políticoJosep Antoni Duran Lleida no le gusta elPolònia(TV-3), y menos aún cómo le hacen la caricatura,Toni Soler, que es una criatura sensible, ha tenido un gesto muy hermoso. Esta semana le ha confeccionado un espacio singular dentro dePolònia, tituladoDurònia, y que ha tenido la particularidad de que lo ha dirigido el propioDuran, o sea, elDurandePolòniaque con tanto aciertoDavid Olivares interpreta. Como pueden comprender elsketchDuròniaha salido estupendo. Y suponemos que habrá gustado mucho al auténticoDuran Lleida. Para que la escena fuese excitante y gloriosa contrataron al atlético y atractivo actorEduard Farelo para que hiciese la representación, la reencarnación deDuran Lleida. ¡Ah! Ha sido un colosal acierto. Le ha quedado unDuranfascinante y seductor a más no poder. Así da gusto, sí señor. Y mucho más cuando vimos que el mismísimoArtur Mas(Bruno Oro), para darle gusto, le practicaba con sus propias manos un delicado masaje en los pies, mientras le decía, en tono tranquilizador:«No te preocupes, Duran, ¡nos olvidaremos de la independencia!». ¡Ahh! Esta pincelada nos ha parecido en casa muy oportuna y conveniente. Liga con lo que vimos dos días después, concretamente el sábado, enEl Gran debatede Tele 5. EstabaJordi Gonzálezabordando el tema de si es posible, o imposible, que el sentimiento independentista triunfe en Catalunya. Al margen de los vistosos enfrentamientos directos entre los opinadores allí congregados, se produjo un instante resaltable cuandoJordientrevistó, en dúplex, alpresidentArtur Mas. Fue ese momento en queJordi Gonzálezle dijo:«Le voy a poner unas palabras de Duran, de ayer mismo». Y acto seguido le pasó retazos de la entrevista queLuis del Olmole practicó aDuranel día anterior, en ABC Punto Radio, y en las que el líder de Unió Democràtica decía:«Yo nunca he sido partidario de la independencia (...) No tiene sentido convocar un referéndum que sea ilegal (..) No me imagino una España sin Catalunya (...) No hay una gran mayoría de ciudadanos en Catalunya que deseen ese escenario».

¡Ahh! Artur Masaguantó con cara de póquer y tiró pelotas fuera, pero debió pasar un mal rato. Hombre, debe ser inquietante para él tener al prodigiosoDurancomo socio. Y quien sabe, quizá la clave está enPolònia: masaje en los pies susurrándole la frase:«No te preocupes, ¡nos olvidaremos de la independencia!»