tú y yo somos tres

Un presidente con barba es peligroso

FERRAN MONEGAL

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Han concluido las dos interesantesgiornate particolari entrePunsetyBuenafuente(Com va la vida?, TV-3) y cabe hacer balance de estos encuentros. De entrada advirtamos que la cadena ha sabido vender muy bien estos dos programas especiales. Antes de emitirse calentó el ambiente lanzando un cebo muy atractivo para la audiencia: ¡el regreso deBuenafuentea TV-3! ¡Ah! No era una falsedad, pero tampoco era una verdad entera: era una verdad a medias. En realidad,Buenafuenteno ha regresado a TV-3, entendido el regreso como un instalarse de nuevo enla teva.Buenafuentelo que ha hecho, muy hábilmente, es hacer un par de bolos por provincias, mientras está a la espera de que la atmósfera en las cadenas del telehipódromo estatal se clarifique un poco, o sea, a la espera de si cristaliza, o no, la venta de La Sexta a A-3 TV, o de si finalmente Tele 5 va a apostar por otro tipo de entretenimiento que no sea la habitual papilla del contenedor. Dicho esto vayamos a las dos jornadas conPunset, que han sido para chuparse los dedos. Al margen de los dos monólogos de apertura de los programas, que han sido excelentes,Buenafuenteha sabido jugar un rol inteligente: más que entrevistar a Punset, lo que ha hecho es ir lanzándole temas para que el sugestivo divulgador los fuese peinando en su prodigioso cerebro, y nos los fuese devolviendo metabolizados convenientemente. ¡Ah! Hemos asistido a momentos gloriosos, como cuandoBFle pidió un sistema, una forma, una manera, para desconectar de ese proceloso mundo que nos envuelve, yPunsetcontestó:«Lo mejor es mirarte la punta de la nariz. Te aseguro que mientras tú mismo te miras tu nariz, no puedes pensar en otra cosa». O cuandoBF, al advertirle que tanto si ganaRajoy, como si ganaRubalcaba, el nuevo presidente, impepinablemente, tendrá barba,Punsetfrunció el ceño y puntualizó:«Cuidado, el pelo va asociado a infecciones, a pulgas y a piojos; o sea, ¡un presidente con barba es peligroso!».

¡Ah! Cómo hemos disfrutado en la fértil quietud de estas conversaciones. Cómo hemos flipado con esos golpespunsetianos, tan sabios como ingeniosos, como cuando dijo que la diferencia entre los humanos y su perra es que la perra, una de dos, o te ama, o te odia, pero es incapaz de hacer las dos cosas a la vez. En cambio, los humanos«Te quiero, te adoro, te lleno de besos, y por la mañana, ¡patapam!, te mato, tranquilamente».