'Juego de Tronos' entre costuras

Juego de tronos se caracteriza por la fuerza de sus personajes, una historia subyugante, una ambientación fascinante y, como colofón, un vestuario que da el empaque definitivo a toda la superproducción. Y tras este inmenso y variado armario de una época indefinida está la diseñadora textil y artista Arantza Vilas, capaz de teñir, envejecer, estampar y dar volumen a telas con tal precisión que parecen extraídas de los universos oníricos. «De siempre me han gustado las cocinitas, entre la cocina y el baño se puede hacer casi de todo con una tela», señala a Efe esta experta en dar volumen y pátinas imposibles a telas, un trabajo al que llegó persiguiendo su inquietud artística «por el paso del tiempo y la pátina que este deja en la ropa».

Estudió grabado en Sevilla, pero se trasladó a Londres hace 14 años para estudiar una especialización en diseño textil en la prestigiosa Central Saint Martins. Desde entonces ha prensado, tintado y envejecido telas para producciones de cine y tele como Los mosqueteros (BBC, 2014) o la película El fantasma de la ópera (Joel Schumacher, 2004), donde elaboró la capa del fantasma.

En Juego de tronos, su trabajo consiste en una tela plisada con volumen y efecto tridimensional que forma parte del vestuario de los banqueros de Bravos, personajes que aparecen en la última entrega, y que irán ganando peso en la trama.

«Es una organza de seda con hilos metálicos que trato distorsionando la trama; a partir de ahí aplico un recubrimiento metálico que oxido, y luego doy forma con calor, en moldes hechos a mano. Visualmente parece un tejido metálico, pero el corazón es de seda y tiene forma tridimensional», describe la gallega.

Es muy probable que a esta primera colaboración se sumen más para la próxima temporada, avanza Vilas, que asistirá en breve a la reunión del departamento de vestuario de la serie, que dirige Michele Clapton, y que es alabado por la fidelidad de sus diseños.

La pieza elaborada por Vilas para Juego de tronos sintetiza gran parte de su trabajo actual. Pero además de los procesos de envejecimiento y estampación, ella está especializada en imprimir volumen tridimensional a telas a través de procesos de plisado, para los que utiliza técnicas japonesas «antiquísimas» y otras que ha ido aprendiendo y descubriendo sobre la marcha.

«Mi trabajo consiste en jugar», reconoce con orgullo esta gallega que, tras finalizar sus estudios en Londres, trató de volver a España para fundar un estudio en el que cobijar su faceta empresarial y artística. Pero tras una infructuosa búsqueda de financiación volvió a tierras inglesas, ya que reconoce que, por desgracia, un proyecto de este tipo tiene pocas probabilidades de ser viable en España. Otro ejemplo de fuga de talentos.