estreno

Joel Joan, 'El crac' de TV-3

La nueva serie del actor es una autoparodia, mezcla de realidad y ficción

Assumpta Serna, Hèctor Claramunt, Joel Joan, Sara Espígul, Diana Gómez, Miki Esparbé y Roger Coma, en la presentación de la serie.

Assumpta Serna, Hèctor Claramunt, Joel Joan, Sara Espígul, Diana Gómez, Miki Esparbé y Roger Coma, en la presentación de la serie.

MARISA DE DIOS / BARCELONA

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La autocrítica y la autoparodia son muy sanas. Nos llevan a no tomarnos tan en serio a nosotros mismos, quizá a aceptarnos un poco mejor y tal vez así seamos un poco más felices». Lo dicen Joel Joan y Hèctor Claramunt, creadores de El crac, para sintetizar la esencia de esta serie que llega hoy a TV-3 (22.00 horas) y en la que el protagonista de Plats bruts y Porca Misèria juega a reírse de sí mismo, de su imagen pública, de la industria cinematográfica e incluso del país. «Soy una persona que provoca filias y fobias», resume.

Tomando como modelo el falso realismo de series como The office, de Ricky Gervais; Louie, de Louie C. K., o el ¿Qué fue de Jorge Sanz?, de David Trueba, El crac combina realidad y ficción y, según el director de TV-3, Eugeni Sallent, supone «aire fresco» al ser una apuesta «arriesgada, diferente y moderna».

La realidad la pone el protagonista, Joel Joan haciendo de Joel Joan, un personaje al que describen como incongruente, inconsciente, intransigente e insoportable, y que le sirve al actor para hacer una autoparodia. La ficción la representan las circunstancias que le rodean. «La esencia es verdad, pero es como si pusiéramos a Joel en un universo paralelo», aclara Claramunt.

Ese entorno ficticio que da pie a la trama es el rodaje de una película ambientada en 1714 sobre el general Moragues, papel que anhela Joan. Para conseguirlo, hará lo indecible y pasará por situaciones cada vez más disparatadas que le irán hundiendo poco a poco. «Es una serie con muy mala leche», destaca Joan, que espera que su personaje llegue a empatizar con el público: «Todos llevamos dentro un pequeño crac», se justifica.

En el rodaje, coincide con Roger Coma, que también se interpreta a sí mismo exagerando su imagen pública. «Nos reímos de su perfección», dice Joan, ya que Coma es el contrapunto del protagonista, un actor querido y admirado por todos. El director de este hipotético largometraje es Nico (Miki Esparbé), «el malo de la película», que se la tiene jurada a Joan.

El equipo se completa con una productora que sabe poco de cine (interpretada por Assumpta Serna); Sandra (Sara Espígul), actriz y pareja en la ficción de Joan, y Carla (Diana Gómez), la estrella de moda en Hollywood que se suma al rodaje cuando se entera de que su ídolo de infancia, con quien se reía cuando de niña veía Plats bruts, participa en la película. Esta se convertirá en el objeto de deseo del protagonista, lo que desestabilizará su relación con Sandra.

Aunque el humor es el vehículo que articula la serieJoan prefiere definirla como tragicomedia, ya que «en el fondo, el crac es un personaje trágico». Él, como guionista, se ha encargado de ello: «No hemos tenido piedad con él», resume.