Esperando el primer y último beso

Extraordinaria delicadeza. Tierna interpretación. Profunda escena. Se ha producido la primera muerte de uno de los jóvenes que integran el club de Polseres vermelles (TV-3). Se trata del jovencísimo Ignasi (Mikel Iglesias). Su quebrantado corazón no ha resistido la intervención quirúrgica. Pero el momento de intensidad se produce antes de entrar en el quirófano, cuando Ignasi engaña piadosamente a su amiga Cris (Joana Vilapuig) y tendido en su cama hospitalaria le dice que solo le van a practicar una resonancia magnética. Le pide entonces un beso. Murmura, mirándola con cierto azoramiento: «Nunca le he dado un beso a una chica. ¿Nos podemos besar? Un besito pequeño. Un piquito». Y cierra los ojos Ignasi, esperando los labios de ella. ¡Ah! Consciente de que este puede ser su último instante de felicidad, intenta atrapar su primer beso. Y ella le da un cachete, suave, de buen rollo, inofensivo, alegre, porque no sabe, es ajena, a la gravedad del momento. Ese instante televisivo conseguido trasciende a la propia tele. Consigue emocionarnos limpiamente. No me extraña que el otro día tuviera que suspenderse la presentación del libro Si tú me dices ven, lo dejo todo, pero dime ven, del que es autor Albert Espinosa, el alma de estas Polseres. Eran tantas las criaturas asistentes que se tuvo que anular el acto por desbordamiento del aforo. Precisamente el lunes estuvo Espinosa en el programa Divendres (TV-3) y le contó a Xavi Coral la historia del título de su libro. Se lo sugirió una anciana señora, de 90 años de edad. Le dijo: «A usted, que le gustan los títulos largos, anote este. Y no se olvide, sobre todo, del 'pero dime ven'. La vida cambia mucho si alguien, alguna vez, te dice ven». Efectivamente. La vida del espectador televisivo cambia, recobra la esperanza, con el exquisito 'ven a verme' de Polseres vermelles.

DEMANDA A 'EL INTERMEDIO' -. No ha gustado a Intereconomía TV la broma que les dedicaron en El intermedio, entrevistando al consejero delegado de su cadena, La Sexta, haciéndose pasar por reporteros de la otra, la del toro rampante y furioso. Han anunciado que van a interponer la demanda correspondiente. Hombre, la broma era light y, francamente, hasta parecía un espot que les brindaban gratis et amore. No obstante Wyoming se lo ha tomado bien. Decía: «¡Qué mala suerte! Un programa no tiene éxito hasta que no te demanda la Pantoja». ¡Ah! Sana terapia: contra el enfado, más broma.